Los territorios sin alta velocidad anuncian frentes de presión para conseguir acelerar los proyectos. De la Serna se reunirá con Cantabria, Extremadura y Murcia en las próximas dos semanas
19 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La carrera por el AVE ya se ha puesto en marcha en varias comunidades que pugnan por llevarse la mayor parte de la tarta presupuestaria de las cuentas de 2017. Cantabria, Extremadura y Murcia ya han cerrado encuentros con el nuevo ministro de Fomento y el presidente de la Xunta ya ha mantenido un contacto telefónico con Íñigo de la Serna. Plataformas sociales en Extremadura y Almería prometen endurecer la presión ante unas obras que están paralizadas en casi toda España. Asturias no tiene aún noticias del nuevo ministro, aunque la consejera de Infraestructuras pidió por carta el pasado día 7 una reunión con De la Serna. El Principado quiere crear un gran frente social en defensa del AVE, aunque la unidad política parece hasta ahora utópica: los primeros pasos se han saldado con un sonoro fracaso.
El ministro de Fomento ya está empezando a cerrar los primeros contactos para fijar las posiciones de las comunidades. Íñigo de la Serna se reunirá el próximo lunes 21 con el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez y a lo largo de la semana con representantes de Extremadura. El día 3 de diciembre le tocará el turno a Cantabria, en el encuentro que mantendrá con Miguel Ángel Revilla. El ministro ha indicado que «no será una ronda de contactos para adquirir compromisos de cara al medio-largo plazo, más allá de las primeras actuaciones que ya puedan estar en funcionamiento», ya que aún no sabe el margen presupuestario que tendrá su departamento para la ejecución de infraestructuras el próximo año. Para determinar las inversiones de Fomento, ha insistido en que «primará el interés general de las actuaciones» y se tendrán en cuenta «criterios de igualdad de oportunidad y vertebración territorial».
El fin del largo período de parálisis que supuso la falta de Gobierno y el reciente nombramiento como ministro de Fomento del cántabro-vizcaíno Íñigo de la Serna ha despertado el afán reivindicativo de aquellos territorios que aún no están insertados a la red de alta velocidad española o aspiran a mejorar su conectividad con Europa, como las comunidades del eje mediterráneo. La crisis supuso un parón en los proyectos y en las obras en algunos territorios, como Asturias, Cantabria o Extremadura. En otros casos, la ralentización de los trabajos impidió cumplir los objetivos previstos para el 2015, como la llegada de la alta velocidad a Burgos, Granada o Castellón. Podrían incluirse en este grupo los proyectos de reforma de la línea convencional hacia Huelva y Cádiz.
Muchos de estos territorios ya empezaron a ejercer presión para que se atiendan sus reivindicaciones, y en algunos casos, como Asturias o Extremadura, plantean incluso frentes sociales en pro del ferrocarril. La idea de implicar a la sociedad en la reivindicación del tren está presente en el Principado, que exige la puesta en servicio de la largamente retrasada variante de Pajares, crucial para el ahorro de tiempos con Madrid. El Ejecutivo mantendrá contactos con la sociedad civil asturiana para organizarse y crear un grupo de presión. El Gobierno de Javier Fernández avisa de que no tolerará más retrasos.
En Galicia, el presidente Feijoo pidió a los grupos parlamentarios unión para reivindicar el nuevo acceso ferroviario que cuenta con el compromiso de Mariano Rajoy. Una de las primeras citas oficiales del nuevo ministro será con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que tiene puestas grandes esperanzas en el nuevo responsable de Fomento para que avance en la conexión de altas prestaciones cántabra. Parece que en los próximos días saldrá el proyecto de reforma de la línea entre Torrelavega y Santander, y nadie duda que, como hicieron otros ministros en sus mandatos, De la Serna impulse distintos proyectos en su tierra. Antes de esta cita, prevista para el 3 de diciembre, se reunirá el próximo lunes con el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, que le reclamará la conexión con Murcia, Cartagena y Lorca.
Muy cerca de allí, en Almería, existe una plataforma ciudadana -la Mesa del Ferrocarril- que pelea por avances en unas obras muy ralentizadas, con amenazas de rescisión de contrato en uno de los tramos. El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, pidió al ministro ha exigido «una respuesta y una acción rápida» del Ejecutivo central ante el parón del AVE entre Almlería y Murcia. Indicó que el AVE entre ambas ciudades lleva «1.552 días sin obras y 417 millones de euros presupuestados desde 2013 que no se han gastado».
En Extremadura, donde también gobiernan los socialistas, la presión va en aumento. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, también tiene previsto un encuentro con el ministro la semana que viene, pero antes reunió a los colectivos sociales para hacer un frente común por un tren de altas prestaciones. Vara asegura que los extremeños están «hartos de falsas promesas».
En las comunidades del eje mediterráneo también hay movimientos. El Gobierno catalán insiste en los incumplimientos presupuestarios y un grupo de presión que pugna por la construcción de este corredor transeuropeo pidió también entrevistarse con el ministro.
Quizás en el País Vasco lo tengan más fácil para lograr avances en la Y vasca. El PNV es una pieza clave en la negociación de los Presupuestos y nadie duda de que este proyecto de alta velocidad será crucial en la subasta. Su presión la ejercerán con el poder que les da ser la llave para aprobar las cuentas del Estado en un escenario político muy inestable.