Crean hologramas que se pueden coger y manipular con las manos

redacción LA VOZ

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Un coche 3D se agarra con la mano y se gira.
Un coche 3D se agarra con la mano y se gira. Universidad de Navarra

Investigadores de la Universidad Pública de Navarra han conseguido desarrollar por primera vez imágenes tridimensionales con las que se puede interactuar directamente sin necesidad de gafas de realidad virtual, un avance con aplicaciones en museos y educación

09 abr 2025 . Actualizado a las 17:48 h.

Investigadores de la Universidad Pública de Navarra han conseguido crear por primera vez imágenes tridimensionales con las que se puede interactuar directamente, incluso manipular con las manos, sin necesidad de gafas de realidad virtual u otros dispositivos. Este avance puede potenciar las experiencias inmersivas en museos o centros educativos. Es un avance que acerca la ciencia ficción a la realidad. Los resultados del trabajo se han publicado en la revista de ciencia abierta HAL.

«Lo que vemos en las películas y llamamos hologramas son normalmente displays volumétricos», indica Elodie Bouzbib, la primera autora del trabajo que se presentará  en la conferencia CHI 2025, que tendrá lugar en Yokohama (Japón) entre el 26 de abril y el 1 de mayo. «Son gráficos que aparecen en medio del aire y se pueden observar desde varios ángulos sin tener que llevar gafas de realidad virtual: en la comunidad científica se llaman gráficos true-3D», añade. También resalta que «son especialmente interesantes ya que permiten una acción del tipo ven e interactúa, es decir, que la persona usuaria simplemente se acerca a un dispositivo y puede empezar a utilizarlo».

Es decir, las personas pueden interactuar con estos gráficos 3D sin necesidad de equipos de realidad virtual. Pueden insertar las manos y agarrar y arrastrar objetos virtuales directamente, según explica la universidad en un comunicado.

Universidad de Navarra

Una de las ventajas que ofrece esta tecnología es su eficiencia inmersiva al no requerir de equipos adicionales. «El tiempo que tardamos en ponernos y ajustarnos los dispositivos puede hacer que no nos animemos a tener una interacción rápida con el sistema», explica a la agencia SINC Asier Marzo, líder de la investigación.

«Para entornos compartidos como museos, quioscos de información o publicidad, es vital que los usuarios puedan acercarse y empezar a interactuar al instante», dice el investigador. En ese sentido, la tecnología que han desarrollado, denominada FlexiVol soluciona ese problema inicial, además de posibilitar la interacción colectiva.

Los displays volumétricos tienen una lámina ligera que oscila rápidamente, llamada difusor, sobre la que se proyecta de forma coordinada imágenes a alta velocidad (2.880 imágenes por segundo). Gracias a la persistencia de visión, las imágenes proyectadas sobre el difusor a distintas alturas se perciben como un volumen completo. «El problema -apunta el equipo investigador- es que el difusor suele ser rígido, y al contactar con nuestra mano mientras oscila, puede romperse o hacernos daño». Ante esto, el equipo ha remplazado el difusor rígido por uno elástico, después de probar diferentes materiales elásticos en cuanto a sus cualidades ópticas y mecánicas. La dificultad en este punto estriba en que «los materiales elásticos se deforman y requieren una corrección de las imágenes proyectadas», añade Bouzbib.

En cuanto a las aplicaciones prácticas de esta investigación, el hecho de disponer de un display volumétrico donde se puede introducir la mano permite estudiar interacciones directas con gráficos 3D. «Por ejemplo, agarrar entre índice y pulgar un cubo para moverlo y rotarlo; o simular unas piernas caminando sobre un terreno con el dedo índice y anular», ilustran los investigadores.

«Los displays como pantallas y móviles están presentes en nuestra vida para trabajar, aprender o entretenernos. Disponer de gráficos tridimensionales que se manipulan directamente puede tener aplicaciones en el campo de la educación, por ejemplo, visualizando y haciendo encajar las piezas de un motor. Además, varias personas pueden interactuar de forma colaborativa, sin la necesidad de llevar gafas de realidad virtual. Estos displays pueden ser especialmente útiles en museos, por ejemplo, donde las personas simplemente se aproximan e interactúan con el contenido», explica el equipo investigador.