Los ultras de Aliança Catalana utilizan la migración para crecer a costa de Vox y Junts

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

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La presidenta de Aliança Catalana, diputada autonómica y alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, durante la sesión de control al Gobierno catalán en el Parlamento.
La presidenta de Aliança Catalana, diputada autonómica y alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, durante la sesión de control al Gobierno catalán en el Parlamento. David Zorrakino | EUROPAPRESS

El sondeo de la Generalitat da al partido de Orriols diez diputados frente a los dos actuales

28 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La extrema derecha independentista avanza imparable en Cataluña. Aliança Catalana multiplicaría por cinco sus resultados electorales en el caso de celebrarse hoy comicios, según se desprende del último barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat. La formación xenófoba de Sílvia Orriols podría sumar hasta 10 diputados, entre 6 y 8 más de los que alcanzó en los comicios autonómicos de mayo del 2024. Los socialistas seguirían en cabeza e incluso mejorarían resultados con el 27 % de los sufragios y entre 41 y 43 escaños (hoy tienen 42). En cambio, Junts se quedaría con el 17 % de los votos y 27-29 diputados, frente a los 35 que logró hace menos de un año. De hecho, la formación de Carles Puigdemont se anota el retroceso más notable. «Junts se situaría por debajo de los 30 escaños por primera vez y Aliança podría llegar a los 10», señaló el director del CEO, Joan Rodríguez, para quien el retroceso de los posconvergentes y la escalada de Orriols son dos fenómenos estrechamente vinculados.

Y es que los acuerdos de migración de Junts con el Gobierno central no le benefician y sí parece hacerlo al partido de Orriols.

Las estimaciones del CEO colocan a Junts como el partido con menos fidelidad de voto: solo un 74 % de sus electores los volvería a elegir, el porcentaje más bajo de entre todos los partidos. Del 26 % restante, hasta un 9 % iría a parar a Aliança Catalana, la fuerza que presenta un electorado más fiel con el 86 %, empatada en este punto con el PP y seguida del PSC. En tercera posición se mantendría Esquerra Republicana, con el 14 % de las papeletas y 21-23 escaños (ahora tiene 20), mientras que el PP y Vox apenas sufrirían grandes cambios. Los populares obtendrían entre 14 y 16 diputados (15 tienen hoy) y la formación de Abascal, entre 10 y 12 parlamentarios (hoy cuenta con 11). Por detrás se situarían los comunes (6-7) y CUP (3-4).

Con estos números, los independentistas volverían a quedar por debajo de los 68 diputados que conforman la mayoría absoluta de la Cámara autonómica. En concreto, los secesionistas podrían llegar hasta 66 escaños en el mejor de los casos, sumando a Aliança Catalana. Hay que recordar que Junts, Esquerra y CUP firmaron el año pasado un pacto por el que rechazan cualquier acuerdo con la formación xenófoba. En cambio, una mayoría de izquierdas sí sería posible, sumando a PSC, Esquerra y Comunes, el bloque de la investidura que dio apoyo a Salvador Illa, que podría mejorar resultados, con una horquilla de entre 68 y 73 diputados.

La muestra se llevó a cabo a partir de 2.000 entrevistas presenciales entre el 14 de febrero y el 14 de marzo, en plena resaca por el enésimo caos en los cercanías de Renfe y la delegación de competencias en inmigración pactada por el PSOE y Junts.

Cae el apoyo a la independencia

Otro dato relevante es que por primera vez el apoyo a la independencia cae por debajo del 40 %. Concretamente, un 38 % de los encuestados se muestran a favor de la secesión (un 54 % está en contra), el porcentaje más bajo registrado por el CEO desde que pregunta por esta cuestión. Según Rodríguez, la situación en relación con la independencia es la misma que antes del procés, algo que atribuye a que los catalanes «subordinan» el debate territorial a otros problemas más mundanos.

Pese a ello, un 53 % aprueban las medidas entre el Gobierno y los partidos independentistas para «reconducir el conflicto», frente al 40 % que las rechaza. Los catalanes también son partidarios de priorizar la negociación y el acuerdo, una opción que supera un 78 % entre las respuestas «muy de acuerdo o bastante de acuerdo», mientras que un 48 % son partidarios de ejercer la «máxima presión» al Gobierno. El diálogo y la negociación recibe la aprobación de los votantes de todos los partidos. Por otro lado, un 52 % se muestran a favor de aplicar «cordones sanitarios» para «excluir a partidos o movimientos extremistas».