Ucrania queda al amparo de Europa y Putin canta victoria

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD · Exclusivo suscriptores

Zelenski, a su salida de la Casa Blanca.
Zelenski, a su salida de la Casa Blanca. SHAWN THEW | EFE

La fracasada visita de Zelenski a la Casa Blanca retrasa la expectativa de un pronto fin de la guerra

01 mar 2025 . Actualizado a las 11:59 h.

Todo saltó por los aires tras una bronca pública e inédita en el despacho oval. El plan de Donald Trump de reafirmarse ante los estadounidenses y ante el mundo como el gran pacificador que cree que es —y de paso un exitoso hombre de negocios— al conseguir que Zelenski estampara su firma en el acuerdo para compartir el 50 % de los ingresos derivados de la explotación de las llamadas tierras raras —bajo la premisa de ser el paso previo al fin de la guerra—, se fue al traste. Tras humillar y abroncar al presidente ucraniano, el estadounidense decidió cancelar la firma del acuerdo y enseñar la puerta de salida a su invitado. Vladimir Putin saboreó como una victoria la reprimenda pública a su enemigo. 

¿El acuerdo iba a poner fin a la guerra?

La fallida visita de Zelenski retrasa la expectativa de un pronto fin del conflicto. Aunque de haberse producido este viernes la firma de un acuerdo económico, la perspectiva de un acuerdo de paz tampoco parecía próximo. La visita de Zelenski a la Casa Blanca tenía un objetivo: no ser un convidado de piedra ante la perspectiva de que sean Estados Unidos y el país agresor los que decían el futuro de Ucrania. En la lógica estaba que hubiera conseguido al menos un gesto de Trump para incluir alguna garantía de seguridad para los ucranianos y no dejarlos a merced de Putin. Todo lo contrario, la idea era presionarlo para que aceptara un acuerdo en los términos dictados por los estadounidenses. Trump amenazó incluso con abandonar Ucrania por completo si Zelenski no pasaba por el aro. El fracaso se impuso en una cita clave para determinar si el futuro de Europa es la guerra o la paz. 

¿Cómo queda la relación entre EE.UU. y Ucrania?

Lo ocurrido ayer no hace presagiar nada bueno, aunque siempre es una incógnita el camino de un hombre tan imprevisible como Trump. Un día puede tachar a Zelenski de dictador y al siguiente contestar a un periodista con un «¿yo dije eso? No lo creo. Siguiente pregunta». El presidente ucraniano llegó a la Casa Blanca con la pretensión de rebajar la tensión en pro de un acercamiento a Estados Unidos, para que cuente con ellos y Europa en las negociaciones bilaterales con Rusia. En el día previo a su encuentro, el propio presidente estadounidense parecía que había optado por bajar el tono. Una distensión que se desvaneció con la bronca a Zelenski. «Puede regresar cuando esté listo para la paz», espetó Trump. Antes el vicepresidente J. D. Vance le había acusado de ser «irrespetuoso» con EE.UU.

Y no son los únicos que atacaron abiertamente a Zelenski. El senador republicano Lindsey Graham, defensor del apoyo bélico a Ucrania, cuestionó si Washington puede seguir «haciendo negocios» con él. A la pregunta de si Zelenski debería dimitir, respondió: «O bien renuncia o envía a alguien con quien podamos hacer negocios». Quedó claro que Zelenski no piensa quedarse callado ante Trump, y que la relación entre ellos si no rota, está muy dañada.

0 seconds of 56 secondsVolume 90%
Press shift question mark to access a list of keyboard shortcuts
00:00
00:56
00:56
 
Pie de foto. Firma

¿Cuál fue la reacción del Kremlin?

Putin debía estar regocijándose en su sillón del Kremlin ante el espectáculo vivido ayer. Dmitri Medvedev, expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, se congratuló de la «reprimenda pública» a Zelenski. Ante lo ocurrido en el despacho oval, Putin tiene razones para pensar que el futuro de Ucrania está en sus manos.

¿Cuales son los pasos que está dando Rusia?

Durante su estancia en el despacho oval, Zelenski dijo que «Ellos [los rusos] empezaron la guerra, y ellos deben pararla». No parece que Putin tenga la mínima intención de seguir ese consejo. A pocas horas de la reunión en la Casa Blanca, las tropas rusas intentaban penetrar en la región de Sumi. La ofensiva ucraniana lanzada en agosto sobre la región rusa de Kursk tenía entre sus objetivos evitar que las tropas rusas cruzaran la frontera y penetraran en Sumi, una región que pone a tiro la capital del país, Kiev.