La CDU prioriza un fondo para reforzar el ejército antes de llegar a la Cancillería

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Los conservadores negocian a contrarreloj con el SPD y los Verdes, ya que con la llegada del nuevo Bundestag no tendrían mayoría para ejecutarlo
26 feb 2025 . Actualizado a las 21:34 h.Los conservadores alemanes ponen el foco en migración, economía y política exterior y seguridad en sus negociaciones con los socialdemócratas. Pretenden activar un fondo especial para reforzar al Bundeswehr, el Ejército federal alemán, con una inversión de miles de millones. Para ello están negociando con las dos fuerzas del Ejecutivo saliente, el SPD y los verdes. El voto de todos los involucrados se antoja necesario para aprobar esta enorme partida presupuestaria, encaminada a que Alemania llegue al objetivo marcado por la OTAN: una inversión en defensa de al menos el 2 % del PIB. El fondo extraordinario, cifrada en 200.000 millones —según publica Colpisa basándose en fuentes de las negociaciones— debería ser ratificado por la composición actual del Bundestag. Este eventual fondo duplica al aprobado en el 2022. El nuevo Parlamento germano entrará en vigor el 23 de marzo. En él, una previsible gran coalición no contaría con las amplias mayorías de antaño. En este nuevo contexto parlamentario, ni siquiera con el apoyo externo de los Verdes alcanzarían los dos tercios requeridos. Tanto la Izquierda como los ultraderechistas de Alternativa por Alemania están en contra de aumentar la inversión en defensa.
De canciller en funciones a futuro canciller. El ganador de las elecciones federales en Alemania, el conservador Friedrich Metz, se reunió ayer con el aún titular de la Cancillería, Olaf Scholz. El encuentro tiene un claro matiz protocolario. El líder democristiano instó al socialdemócrata a que evite ascender a sus afines en sus últimos días de mandato y que sea cauto en asuntos internacionales. Además, Scholz ya anunció que pasará a ser un diputado más del Bundestag. Renunció a formar parte de un nuevo Ejecutivo y a participar en las negociaciones.
«Los temas se agolpan y no podemos tolerar ningún retraso», remarcó Metz, que insiste en llegar a la Semana Santa (mediados de abril) con su Gobierno confeccionado. Para ello es necesario cerrar un acuerdo con el Partido Socialdemócrata (SPD). Ayer mismo, la Oficina Federal de Estadística confirmó los datos económicos recesivos del país, con una caída del 0,2 % del PIB en el último trimestre del 2024. «No es posible descartar un tercer año consecutivo sin crecimiento», apreció también ayer el Bundesbank, el banco central alemán.
El copresidente del SPD, Lars Klingbeil, fue elegido el lunes como jefe del Grupo Parlamentario y apunta a encabezar la delegación que negociará con los conservadores. «La pelota está en el tejado de Merz, ahora tiene la responsabilidad de mantener conversaciones», aseguró. También citó varios asuntos que pondrán sobre la mesa, como la mejora de los salarios, la estabilización de las pensiones y el impulso a grandes inversiones. Markus Söder, primer ministro de Baviera y líder de la Unión Social Cristiana (CSU, el socio bávaro con el que comparte candidatura estatal la CDU), le tendió la mano a los socialdemócratas: «El SPD siempre ha sido un partido que ha apoyado al Estado, lleno de responsabilidad». Söder se vio ayer con Metz. Ambos serán protagonistas en la confección del plan de Gobierno.

Las prisas del futuro canciller podrían toparse con un obstáculo. Klingbeil, tras una reunión de su partido, anunció que consultará con sus militantes la decisión de pactar o no con la CDU y la CSU. «Los miembros tienen la última palabra», remarcó. Según publica SZ, la encuesta se celebrará en dos semanas. Cerca de 360.000 militantes socialdemócratas están llamados a participar.