Aumentan las sospechas de que el avión que se estrelló en Kazajistán fue alcanzado por un misil del Kremlin

La Voz REDACCIÓN

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Un avión médico, este viernes en Bakú con algunos de los heridos en el accidente del miércoles en Kazajistán.
Un avión médico, este viernes en Bakú con algunos de los heridos en el accidente del miércoles en Kazajistán. STRINGER | EFE

El Gobierno azerí y Estados Unidos ya habían apuntado un día antes a Moscú como posible responsable de la tragedia

27 dic 2024 . Actualizado a las 20:35 h.

Los resultados preliminares de la investigación abierta tras el accidente del avión de Azerbaijan Airlines que se estrelló el miércoles en Kazajistán alimentan la teoría de la implicación de la defensa antiaérea rusa en el siniestro. La aeronave, que había partido de Bakú con 67 personas a bordo y destino Grozni, en Chechenia, sufrió «interferencias externas, físicas y técnicas», según las primeras conclusiones conocidas este viernes del análisis de lo ocurrido con el Embraer 190 antes de que se desplomara cerca de la ciudad kazaja de Aktau —lejos del itinerario previsto para el vuelo— y acabara envuelto en llamas. El Gobierno azerí y Estados Unidos ya habían apuntado un día antes a Moscú como posible responsable de la tragedia, que dejó 38 muertos y 29 heridos. El Kremlin insiste en esperar a que las pesquisas hayan finalizado.

Las sospechas sobre la posible implicación de Rusia han rodeado al accidente desde el primer momento pese a que, oficialmente, se barajaran como hipótesis iniciales del desastre la colisión del avión con una bandada de pájaros o la explosión de un balón de oxígeno en el interior de la aeronave. Sin embargo, en la región rusa de Chechenia, a cuya capital se dirigía el vuelo 8243, los sistemas de defensa antiaérea actúan repetidamente para repeler los ataques de drones ucranianos y en la cubierta del aparato fueron halladas marcas similares a las causadas por un misil. Hasta cuatro fuentes conocedoras de la investigación sobre el siniestro en suelo kazajo señalaban este viernes en la misma dirección: Moscú fue el autor no intencionado del derribo.

El diputado azerí Rasim Musabekov apuntalaba este viernes esa versión al afirmar que «las fotos y los vídeos muestran el fuselaje del avión con agujeros que normalmente son causados por misiles». El Kremlin, consciente de que todos los dedos le apuntan, volvió a repetir que «hay una investigación en curso». «Hasta que no se conozcan las conclusiones, no haremos comentarios», subrayó el portavoz Dmitri Peskov. Pero no todos en Moscú guardan silencio. El director de la agencia rusa de aviación civil Rosaviatsia, Dmitri Yadrov, reconoció que la situación en el aeropuerto de Grozni era el pasado miércoles «muy difícil». La culpa, dijo, fue de Kiev. «En ese momento, drones militares ucranianos lanzaron ataques terroristas contra infraestructuras civiles en Grozni y Vladikavkaz», describió.