La asesora de la Moncloa testifica que hizo gestiones para la cátedra que codirigía Begoña Gómez como un «favor»
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Cristina Álvarez declara que fue contratada a propuesta de la esposa del presidente, para gestionar su agenda institucional y privada, como se hizo en «otros gobiernos»
20 dic 2024 . Actualizado a las 22:45 h.Con los nervios a cuestas, gafas de sol y arropada por su letrado llegó ayer los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid la asesora de la Moncloa Cristina Álvarez, que declaró como testigo en la causa que instruye el juez Juan Carlos Peinado contra la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, por presunta apropiación indebida, intrusismo profesional, tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Durante su comparecencia —ordenada por el magistrado tras asumir la querella presentada por la asociación ultracatólica Hazte Oír—, la declarante, que tenía obligación de decir la verdad, aseguró que fue contratada el 16 de julio del 2018 para «gestionar la agenda institucional, privada y profesional» de la mujer de Pedro Sánchez y controlar sus actividades a efectos de seguridad, y admitió que hizo algunas gestiones para la cátedra que esta codirigía en la Universidad Complutense de Madrid como un «favor», indicaron fuentes jurídicas.
Como directora de Programas de la Secretaría de Presidencia, cobra 49.000 euros anuales y su cargo, que corresponde a un nivel 26, lo ocuparon otras asesoras de las cónyuges de anteriores jefes del Ejecutivo, apuntó. «Begoña me comentó que era un puesto de confianza de la mujer del presidente, era lo que había ocurrido con otros gobiernos», explicó la testigo, que añadió que la imputada la fichó para crear un entorno de «confianza, seguridad y discreción».
Álvarez reconoció que envió un correo a la directora de comunicación de Reale Seguros diciéndole que Gómez quería que siguieran patrocinando la cátedra como «un favor» por su relación de amistad. Aunque dijo desconocer si en su contrato se especificaban las funciones de su cargo, señaló que entendió que también debía llevar los asuntos privados de la mujer del presidente.
Preguntada por los correos que la incluyen en la gestión del software de la universidad —Gómez está imputada por la presunta apropiación indebida de este—, indicó que ella «iba ahí en copia solo para poder hacer la agenda. Los desechaba y ya está».
Multa a los abogados
Al término del interrogatorio, el juez abrió una pieza separada de carácter disciplinario para multar a los abogados de la mujer de Sánchez, Vox y Hazte Oír por hacer declaraciones a la prensa. Además, el partido de Abascal presentó este viernes una querella contra Gómez, Álvarez y el secretario general de Presidencia, Francisco Martín, por presunta malversación, tráfico de influencias y prevaricación.