Las claves del acuerdo en el Líbano: una vuelta atrás con supervisión internacional

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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Una pareja de libaneses que dejó su casa ante las órdenes de evacuación israelíes, este martes en Beirut.
Una pareja de libaneses que dejó su casa ante las órdenes de evacuación israelíes, este martes en Beirut. Mohamed Azakir | REUTERS

El plan se compone de tres fases: la retirada de las tropas libanesas, el repliegue del Ejército israelí y una renegociación de la frontera

26 nov 2024 . Actualizado a las 22:12 h.

El acuerdo que el Gabinete de Seguridad israelí aprobó este martes no era más que una ampliación de otro que cerró la guerra con Hezbolá en el 2006. De hecho, el primer paso —de tres— será hacia atrás: recuperar esa Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que durante 18 años mantuvo a Hezbolá al norte del río Litani, a 30 kilómetros de la frontera con Israel.

Tras el repliegue de los milicianos chiíes llegará la retirada de Israel, en una segunda fase de 60 días. Así, la banda de tierra entre la Línea Azul —la frontera entre Israel y el Líbano— y el Litani se convertirá de nuevo en una zona de seguridad. Un área vaciada en la que el Ejército libanés desplegará al menos 5.000 soldados, así como el Comando Central estadounidense (Centcom), cuyas tropas se encargarán de mediar entre libaneses e israelíes, según el diario Israel Hayom. La misión de paz de la ONU en el Líbano, la Finul, y las tropas francesas participarán en el despeje de la zona.

Además, para supervisar el cumplimiento del alto el fuego se creará un comité internacional encabezado por EE.UU., en el que también estarán implicados el Reino Unido, Alemania, Francia y quizá algún país árabe.

Retomar los ataques

La principal discrepancia es que Israel exige libertad para retomar los ataques en tres supuestos: el rearme de Hezbolá, la preparación de un ataque contra territorio israelí o el regreso de los milicianos chiíes al sur del país. Según varios medios israelíes, el acuerdo abre la posibilidad de que Israel ataque solo si existe una amenaza inmediata. En el resto de casos será el comité internacional el encargado de intervenir. El líder de Hezbolá, Naim Qasem, aseguró que Israel no puede tener libertad de acción, y solo aceptará un fin «completo y exhaustivo» de la guerra.

Una vez concluya el período inicial de 60 días de desarme, Israel y el Líbano negociarán la frontera entre ambos Estados en una tercera fase, ya que la divisoria actual fue fijada por la ONU en el 2006.