Israel acepta una tregua de 60 días en el Líbano, pero mantiene libertad de acción
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El sector ultra del gabinete de Netanyahu tacha la decisión de «error histórico»
26 nov 2024 . Actualizado a las 22:23 h.El Ejército israelí apuró este martes las últimas horas antes de que el Gabinete de Seguridad de Benjamin Netanyahu aceptase una tregua en el Líbano. Bombardeó Mazraa, un barrio residencial de Beirut, y emitió órdenes de evacuación para otras tres grandes áreas en pleno corazón de la ciudad, entre ellas Zouqaq el Blat, donde se ubican el palacio de gobierno y otras oficinas importantes. Al menos 55 personas murieron.
Fue una escalada final, con órdenes de evacuación sin precedentes. Después, alrededor de las ocho de la tarde (las siete en España), Netanyahu anunció que su gabinete finalmente acepta el cese de las hostilidades durante 60 días, aunque Israel mantendrá «libertad de acción» si Hezbolá no respeta las condiciones. «La duración del alto el fuego dependerá de lo que ocurra en el Líbano», afirmó el primer ministro en una comparecencia.
Era de esperar que Israel aceptase el plan, negociado por Estados Unidos —el principal aliado de Tel Aviv— y Francia, informaron distintas agencias mencionando a cargos anónimos del Ejecutivo israelí. El gabinete de seguridad estuvo reunido durante más de tres horas discutiendo los términos y, finalmente, incluso Netanyahu votó a favor de la tregua, según él mismo anunció más tarde.
Voces discordantes
El sí no fue unánime. Poco después de las declaraciones de Netanyahu, el ministro de Seguridad Nacional israelí, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, tildó de «error histórico» la decisión. «No se trata de un alto el fuego», dijo, sino de un regreso al concepto de «paz por paz, y ya hemos visto adónde conduce eso».
Tal vez por eso el primer ministro se mostró receloso: «Si Hezbolá viola el acuerdo e intenta armarse, atacaremos. Si intenta renovar la infraestructura terrorista cerca de la frontera, atacaremos. Si lanza un cohete, si cava un túnel, si trae un camión con misiles, atacaremos». Netanyahu ya había anunciado su intención de volver a atacar el Líbano si continúa el envío de armas de Irán a Hezbolá a través de Siria. Según el Canal 12, EE.UU. presiona al mandatario para que lleve su ofensiva en este sentido a territorio sirio. Aparentemente, Tel Aviv está escuchando el consejo y ayer atacó los alrededores de la localidad siria de Homs, en el oeste del país, en paralelo a los intensos bombardeos contra Beirut. Después se hizo el silencio.
«Esto ha sido gracias a un intenso trabajo diplomático de Estados Unidos, con otros socios como Francia, trabajando con Israel y el Líbano durante muchos meses», se congratuló el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, poco antes de que se confirmase el acuerdo. El diplomático estaba «seguro» de que Netanyahu aceptaría el proyecto, una maniobra que por fin «marcará una diferencia a la hora de salvar vidas en el Líbano e Israel».
Este acuerdo «puede ayudarnos a acabar el conflicto en Gaza», confió Blinken, aunque allí las tropas de Tel Aviv continúan con su asedio implacable, sobre todo en el norte. Pero más allá de eso, en su opinión, también «creará las condiciones para permitir a la gente volver a sus hogares de forma segura» a ambos lados de la Línea Azul. Siguiendo esa misma idea, Netanyahu quiso dejar claro que Hamás se ha quedado solo en el combate —Hezbolá atacaba a Israel para apoyar su causa— «y eso ayudará a nuestra misión sagrada de devolver a los rehenes a casa». Además, considera que con sus ofensivas militares Tel Aviv le está «cambiando el rostro a Oriente Medio» y que ahora que llega la calma al Líbano podrá centrarse en la «amenaza de Irán».
Indignación en el Líbano
Mientras los estadounidenses reaccionaban con optimismo y los israelíes con advertencias, el Gobierno libanés expresó su enfado por los feroces bombardeos. El primer ministro del país de los cedros, Najib Mikati, tachó de «histérica» la incesante campaña que el Ejército israelí emprendió contra Beirut durante la tarde, «especialmente contra civiles». Los ataques «reafirman que el enemigo hace caso omiso de todas las leyes y consideraciones», expresó Mikati.