Trump presiona a los republicanos del Senado para ratificar a su fiscal general

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Matt Gaetz, durante la campaña electoral republicana.
Matt Gaetz, durante la campaña electoral republicana. Mike Blake | REUTERS

Apuesta por Gaetz pese a las acusaciones contra él por acostarse con una menor

20 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Con todo en contra, Donald Trump se ha puesto al teléfono para atar la confirmación de Matt Gaetz como fiscal general de Estados Unidos. El presidente electo, que según la prensa no las tiene todas consigo en su empeño por lograr el polémico nombramiento de Gaetz, está presionando a los senadores republicanos para que confirmen al excongresista por Florida a pesar de las acusaciones de relaciones sexuales con una menor de edad.

En ese contexto, Trump parece dispuesto a enfrentarse al Senado en relación con sus nombramientos. Tanto Gaetz como Pete Hegseth, Tulsi Gabbard y Robert F. Kennedy afrontan la resistencia de varios senadores republicanos a la ratificación en sus respectivos cargos en la nueva administración. Una realidad que tiene mucho que ver con el hecho de que la Cámara Alta aún mantiene a republicanos de la vieja guardia —entre ellos su nuevo líder, John Thune—, menos proclives a aceptar los designios de Trump.

En la composición del Senado, los republicanos tienen una mayoría de 53 frente a 47 de los demócratas, lo que implica que un nominado solo puede afrontar el voto en contra de tres correligionarios para salir victorioso.

Gaetz, con una investigación del FBI y otra del Comité de Ética de la Cámara de Representantes a las espaldas, enfrenta la oposición de más de tres republicanos. Dado que es poco probable que la apuesta de Trump convenza a ningún senador demócrata, la confirmación del excongresista de Florida podría ser una misión imposible.

Así, los esfuerzos de Trump podrían terminar siendo inútiles. El perfil de Gaetz despierta los recelos de varios senadores republicanos y podría terminar descarrilando su confirmación en la Cámara Alta. Algo de lo que, según The New York Times, el presidente electo es consciente.

Según el diario, la estrategia de Trump, incluso en caso de que Gaetz termine descartado, pasaría por lograr rebajar el umbral de lo que es aceptable para un miembro de la administración. Así, estaría dispuesto a aceptar una derrota en el asunto Gaetz a cambio de lograr la confirmación de otros nominados con perfiles igual de cuestionables.

Ofensiva demócrata

Los demócratas en la Cámara de Representantes han contraatacado la nominación de Gaetz con una petición firmada por un centenar de congresistas para que el Comité de Ética haga público su informe final sobre las acusaciones de conducta sexual inapropiada contra el exlegislador. Para los demócratas, «es crítico que los senadores tengan toda la información necesaria para considerar la nominación de Gaetz».

The Washington Post informó que una de sus fuentes había tenido acceso a parte de los archivos relativos a una de las causas legales abiertas contra Gaetz por relaciones sexuales inapropiadas. En concreto, el documento filtrado contiene el testimonio de una mujer que afirmaba que Gaetz le pagó a cambio de sexo cuando tenía 17 años, junto con otras declaraciones de testigos involucrados en el caso. El nominado a fiscal general ha negado haber tenido relaciones sexuales con menores de edad y haber pagado por ello.

El expresidente electo ya recibe informes de inteligencia

Donald Trump ya ha recibido informes de inteligencia y seguridad nacional mientras dura la transición de poderes, que concluirá el próximo 20 de enero con su investidura.

Las sesiones sobre información clasificada las lleva a cabo la Oficina del Director Nacional de Inteligencia, que supervisa el trabajo de múltiples agencias, entre ellas la CIA. Trump comenzó a recibir esos informes pocos días después de ganar las elecciones del 5 de noviembre, según recabó de The Washington Post de funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato.

La Oficina del Director Nacional de Inteligencia argumentó que informar de estos asuntos al presidente electo forma parte de una tradición que se remonta a 1952.