Musk, en busca de superdotados que trabajen más de 80 horas semanales
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Meloni pide al dueño de X que no la meta en líos tras sus ataques a jueces italianos
15 nov 2024 . Actualizado a las 07:27 h.Elon Musk, el hombre más rico del mundo y ahora también el brazo derecho de Donald Trump, busca superdotados para su nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). «Revolucionarios de alto coeficiente intelectual» que estén dispuestos a trabajar más de 80 horas semanales en recortes del gasto público, según publicó el propio DOGE en X, antes Twitter y hoy propiedad del sudafricano.
También dueño de Tesla y Space X, Musk, que lleva desde la noche electoral viviendo con Trump en Mar-a-Lago y asiste a casi todas sus reuniones, ha asegurado que busca un «Equipo A» de expertos del sector privado. De hecho, ya ha recomendado contratar a dos ejecutivos de Space X, el general Terrence J. O’Shaughnessy y Tim Hughes, así como a su amigo David Sacks, quien recaudó fondos para Trump y se ha ganado su simpatía, según The New York Times.
El nuevo departamento, cuyas siglas en inglés —DOGE— coinciden sospechosamente con la criptomoneda favorita de Musk, salida del mundo de los memes, no solo estará dirigido por el sudafricano. El empresario trumpista Vivek Ramaswamy, quien compitió en las primarias por la nominación republicana, compartirá el liderazgo con el excéntrico multimillonario y ambos revisarán el 1 % de los mejores currículos que reciban a través de mensajes directos en X. Así perfilarán ese equipo de altas capacidades, que se embarcará en un extenuante viaje con el objetivo de crear «un enfoque empresarial para el Gobierno nunca antes visto», según aseguró Trump. Una misión que ya tiene fecha límite: el 4 de julio del 2026, cuando se cumplan 250 años de la independencia de Estados Unidos.
Burlas en redes
El nombramiento de Musk al frente de la oficina era un secreto a voces desde que se unió a la campaña. El nombramiento de Ramaswamy, sin embargo, fue algo inesperado y enseguida desencadenó burlas en redes: ¿dos personas para dirigir un departamento, precisamente, de eficiencia?
Meloni pide al dueño de X que no la meta en líos tras sus ataques a jueces italianos
Giorgia Meloni vuelve a encontrarse en una posición incómoda, esta vez por culpa del multimillonario estadounidense Elon Musk, con el que mantiene una muy buena relación. Primero atacó a los jueces que ordenaron el regreso de los migrantes irregulares deportados a Albania —según el controvertido plan del Gobierno Meloni—, opinando que «tienen que marcharse». Después, Musk publicó otro tuit en su propia red social, X (antes Twitter), preguntándose si Italia es una democracia o un país donde toma las decisiones «una autocracia no elegida», refiriéndose a los magistrados.
Las palabras del sudafricano causaron mucha indignación y la oposición acusó a Meloni y a su Ejecutivo de no defender la soberanía italiana y de tolerar injerencias inaceptables del extranjero. Según la secretaria del Partido Democrático (centroizquierda), Elly Schlein, «los repetidos arrebatos de Musk al poder judicial son un ataque inaceptable a un órgano constitucional». El presidente italiano, Sergio Mattarella, respondió indirectamente a Musk que «Italia es un gran país democrático que sabe cuidar de sí mismo. Todo el mundo debe respetar su soberanía». Meloni no se ha pronunciado públicamente, pero su entorno ha asegurado que la primera ministra escucha «siempre con gran respeto las palabras del presidente». Según informó este jueves el diario Repubblica, llamó a Musk para pedirle que «no la meta en líos».
Conocida por ser siempre muy directa, Meloni fue en cambio muy diplomática durante su conversación con Musk. El multimillonario es su principal punto de contacto con Trump, con quien Meloni quiere construir una buena relación, entre otras cosas para intentar situarse como mediadora entre Washington y Bruselas. Sin embargo, Trump siempre ha demostrado preferir relacionarse con el actual ministro de Transportes y secretario del partido ultra Liga, Matteo Salvini, y con el líder del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte.
La intervención de Mattarella fue muy apreciada por los italianos, pero no bastó para aplacar la indignación general. Intelectuales, periodistas y activistas de izquierdas están yéndose de X en masa. Y varios observadores consideran que lo ocurrido es una señal de lo complejas que van a ser las relaciones entre Washington y Bruselas, sobre todo teniendo en cuenta que Trump evalúa a los Gobiernos europeos en función de su dureza contra la inmigración irregular.