La consejera valenciana de Interior confiesa que desconocía el sistema de alertas masivo

María Salgado
María Salgado REDACCIÓN / LA VOZ

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Pradas y Mazón, en el Centro de Coordinación de Emergencias, la semana pasada.
Pradas y Mazón, en el Centro de Coordinación de Emergencias, la semana pasada. Kai Fosterling

La responsable de la gestión de emergencias de la Generalitat reconoce que se enteró de las riadas a través del alcalde de Utiel

08 nov 2024 . Actualizado a las 10:06 h.

El Gobierno valenciano se hunde en el fango, sin retorno, como si fuera arena movediza. Su consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, la máxima responsable de la gestión de emergencias en la comunidad autónoma, confesó ayer que desconocía la existencia del sistema de alertas masivo para avisar a la población a través de sus teléfonos móviles. No fue hasta las ocho de la tarde del 29 de octubre —el agua ya se había llevado entonces vidas, casas, coches y puentes— cuando «un técnico nos informó de que existe un mecanismo que se denomina Es-Alert, que no está por ahora reglado y no está en nuestros planes autonómicos, que es todavía un borrador que está en el comité nacional de Protección Civil por aprobar». En declaraciones a la televisión pública valenciana, Á Punt, las primeras que hace sobre la catástrofe, la política reconoció su ignorancia y aseguró que se enteró de las riadas gracias al alcalde de Utiel cuando este le dijo que el río Magro se estaba desbordando en su municipio. En ese momento, reaccionó de manera «inmediata», dijo, y solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), pero solo en esa localidad.

Pese a todo, Pradas no dudó en defender su gestión de la crisis y justificó la tardía reacción del Ejecutivo regional porque «ni la Confederación Hidrográfica del Júcar ni la delegada ni la Aemet nos avisaron de esta circunstancia [...]. Sin la información no podíamos actuar». La popular respondía así a la información de la Cadena Ser que asegura que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, llamó por teléfono en tres ocasiones a Pradas para informarla sobre la gravedad de la situación, y ofrecerle ayuda y medios, pero los rechazó. Una versión que contradice la consejera: «No me trasladó ninguna información alarmante, en un punto concreto o por una emergencia concreta». De hecho, añadió que si Bernabé estaba tan preocupada por las inundaciones podía haber activado la UME ella misma. «El Gobierno español podía perfectamente activar la UME en cualquier momento, no hacía falta esperar a que lo solicitara la Generalitat. No lo hicieron porque no lo consideraron necesario».

Sin embargo, fue una llamada a las ocho de la tarde del secretario de Estado de Transición Ecológica, que depende de este ministerio, advirtiendo del riesgo de rotura de la presa de Forata, la que finalmente les hizo decidir por unanimidad activar el Es-Alert y enviar un sms a los ciudadanos. Algunos lo recibieron subidos a árboles.

«Todos los medios desde el inicio»

Mientras Bernabé opinó que no es el momento de discutir sobre la gestión, sino el de «centrarse en abordar la emergencia», la vicepresidenta valenciana, Susana Camarero, afirmó que «se desplegaron todos los medios desde el principio». El portavoz socialista en la Cámara autonómica, José Muñoz, dijo en redes sociales que la palabra «negligencia» se queda corta para definir la ignorancia de Pradas, y el de Compromís, Joan Baldoví, les pidió a los populares «que se vayan».

Tellado emplaza a Mazón a explicar por qué llegó dos horas tarde a la reunión de crisis sobre la dana

La reunión de emergencia para analizar la respuesta a la dana se convocó el 29 de octubre a las cinco de la tarde, pero el presidente de la Generalitat Valenciana no se incorporó hasta dos horas más tarde. Qué tarea mantenía ocupado a Carlos Mazón para ausentarse del comité de coordinación de las inundaciones es todavía una incógnita. El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado, aseguró que le corresponde al mandatario regional «dar explicaciones sobre la agenda de ese día». Aunque insistió en que «ya habrá momento para las valoraciones políticas», recordó que el Gobierno autonómico se comprometió a rendir cuentas y que su presidente comparecerá ante las Cortes valencianas la próxima semana para «dar respuestas». Tras la Junta de Portavoces en el Congreso, el ferrolano defendió que Mazón, pese a su ausencia, estaba siendo informado de «todo lo que iba sucediendo a lo largo de la tarde» por miembros de su Ejecutivo.

A las seis, las riadas ya arrastraban a personas y coches, pero no fue hasta las 18.45, tras saber que la rambla del Poyo superaba los 1.700 metros cúbicos por segundo, cuando el popular decidió personarse en el centro de emergencias de La Eliana, donde seguía reunido el Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi), estudiando una respuesta al aviso rojo por lluvias torrenciales activado por la Aemet, a las 7.31, once horas antes. La alerta a los móviles de los ciudadanos sonó a las 20.12. Demasiado tarde.

Tellado insistió en trasladar las responsabilidades al Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusó de «actuar de mala fe»; a la Confederación Hidrográfica del Júcar, por «no alertar»; y a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, por ser «la gran desaparecida».