Transportes traza un panorama desolador por los daños de la dana en las infraestructuras, que tardarán semanas o meses en solventarse
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El ministro Óscar Puente constata que la situación más grave se da en tres líneas de cercanías, donde la normalidad tardará «muchos meses» en recuperarse. Hay 80 kilómetros de carreteras estatales afectados y la línea de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana tardará al menos tres semanas en recuperar las circulaciones
31 oct 2024 . Actualizado a las 18:31 h.El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, convocó este jueves a los medios para ofrecer un primer balance provisional de los daños de la dana en las infraestructuras del sudeste del país, especialmente de la Comunidad Valenciana, la más afectada por las riadas causadas por las inéditas precipitaciones del martes. El ministro trazó un panorama complejo de cara a la vuelta a la normalidad en la línea de alta velocidad entre Madrid y las principales ciudades de la Comunidad Valenciana, pero con precauciones, «pues faltan elementos de juicio para hacer un diagnóstico completo», admitió. Salvo los puertos y los aeropuertos -afectados indirectamente por su dependencia de otras vías de comunicación-, buena parte del resto de las infraestructuras fueron dañadas muy gravemente por el episodio meteorológico.
Los daños más graves están en la red estatal de carreteras, especialmente en la A-7, donde ha colapsado un puente clave en la circunvalación de Valencia. Se trata de una complicación de gran alcance, pues por esta vía circulan unos cien mil vehículos al día, recordó Óscar Puente, aunque se han establecido recorridos alternativos a través de V-30 y V-75, unas vías que ya sufrían una saturación importante antes del desastre de la dana. «Es imposible definir ahora otro recorrido alternativo», admitió Óscar Puente. La A-3 está abierta, pero con restricciones, pues los daños son «tremendos».
La reposición definitiva del viaducto va a llevar meses, constató el ministro, quien destacó que habrá soluciones provisionales «que tardarán algunas semanas». La N-330 y la N-331 también sufren incidencias graves, con otro viaducto colapsado. Están en una situación muy grave, con colapsos de estructuras y amplios deslizamientos en el terreno. Hay más de ochenta kilómetros de red que están afectados en mayor o menor medida.
En la línea de alta velocidad la situación no es mejor. El túnel de Torrent está totalmente inundado y algo más de un kilómetro de la conexión tendrá que ser repuesto totalmente al haber sido destruido por las riadas. Toda la plataforma y la cimentación han desaparecido y habrá que levantar las vías y reponerlas. Los trabajos, calculó el ministro, durarán un mínimo de quince días o tres semanas, momento en el que podrá restablecerse el tráfico ferroviario. «Vamos a intentar hacerlo en el menor tiempo posible», avanzó el responsable de Transportes.
Si la situación de la alta velocidad es preocupante, la de las cercanías es «gravísima». Las líneas C-1, C-2 y C-3 tienen tramos «completamente destrozados». «Vamos a tener que reponerlos totalmente y esto va a tardar muchos meses», constató Óscar Puente. Solo la C-5 y la C-6 podrían ponerse en servicio, pero no se hará hasta que se garantice que las circulaciones de trenes son seguras. Esta decisión se tomará en las próximas 24 horas. El ministro explicó que «han desaparecido» más de 45 kilómetros de los 90 con los que cuenta la línea C-3
El ministerio ya está trabajando en la contratación de los trabajos por el procedimiento de urgencia. «La movilidad no es que no sea posible, es que en estos momentos no es aconsejable a no ser que sea indispensable. Aún hay emergencias que hay que atender. En los próximos días veremos qué nivel de movilidad podemos recuperar». La prioridad ahora, recordó Puente, es liberar las carreteras de las «montañas de vehículos» que quedaron atrapados en ellas, algunos con personas fallecidas dentro. En la V-31 es donde hay más coches y camiones acumulados.
Aún no hay cálculos sobre la inversión necesaria para recuperar la normalidad, «aunque no se escatimarán medios», destacó. El tráfico de mercancías, esencial para la economía de la vertiente mediterránea y muy activo en esta zona, también se verá gravemente afectado en los próximos meses, tanto en lo que respecta a las carreteras como al ferrocarril.