Israel ataca el Líbano con buques de guerra por primera vez desde el inicio de la escalada

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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Un soldado de la Marina israelí, este miércoles durante los ataques al Líbano.
Un soldado de la Marina israelí, este miércoles durante los ataques al Líbano. Ejército de Israel | EFE

El Reino Unido, Francia y Argelia piden una reunión del Consejo de Seguridad: Netanyahu sigue bloqueando el paso de ayuda a Gaza pese al ultimátum de Biden

16 oct 2024 . Actualizado a las 23:20 h.

Israel sigue haciendo caso omiso a Estados Unidos. Sus misiles volvieron este miércoles a golpear ferozmente Beirut, después de varios días atacando otras zonas y justo después de que la Casa Blanca pidiese expresamente que evitasen la capital libanesa. Benjamin Netanyahu sigue su propio camino. Mientras desempaquetaba el nuevo sistema antimisiles de Joe Biden, aseguró que sus tropas habían matado a «decenas» de miembros de Hezbolá entre el martes y el miércoles, un dato que se combina con el recuento diario del Ministerio de Salud Pública libanés: diez muertos y casi cien heridos.

Los proyectiles caían por docenas. A la corriente de disparos que manaba de Israel —y del territorio libanés invadido— se unió este miércoles, por primera vez, un afluente desde el mar. «Los buques de la Marina israelí atacaron lanzacohetes, estructuras militares y almacenes de armas de la organización terrorista Hezbolá», aseguró un comunicado castrense. La ciudad que se llevó la peor parte fue Nabatiyeh, en el sur. Allí, un bombardeo «deliberado» contra una reunión del Consejo Municipal acabó con las vidas de seis personas, entre ellas el alcalde. En el momento del ataque, los funcionarios estaban hablando sobre planes de emergencia y prestación de ayuda, según denunció el primer ministro libanés, Nayib Mikati.

Entretanto, en Gaza, los muertos superan los 42.400, mientras casi medio millón de palestinos siguen atrapados en el norte del enclave. Netanyahu ni siquiera respondió a Biden cuando este le advirtió —el martes— de que dejaría de enviar armas si el Ejército no permite el paso de la ayuda a la Franja. El líder israelí se limitó a dejar entrar a 50 camiones, «de conformidad con el derecho internacional», aunque eso es solo una fracción de lo que las oenegés consideran necesario. Incluso la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, ha declarado que se encuentra cerca de un «punto de ruptura»: los ataques israelíes, cada vez más intensos, imposibilitan el trabajo.

Hurgan entre los escombros

Esa impasibilidad de Netanyahu —mientras los palestinos, desesperados, hurgan entre los escombros en busca de comida— ha llevado al Reino Unido, Francia y Argelia a pedir una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. Además, el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, ha reconocido que está considerando sancionar a ministros radicales israelíes.

Pero Tel Aviv mira hacia otro lado. Según confirmó este miércoles la CNN, ya tiene preparado su plan para responder al ataque iraní del 1 de octubre. Por otro lado, al régimen de los ayatolás no le preocupa que sus centrales nucleares sean bombardeadas: «Es muy poco probable que ocurra tal incidente y, en caso de tal estupidez, es muy poco probable que cause daños graves a Irán».

La UE y los países del golfo pérsico instan a frenar una «peligrosa escalada»

La Unión Europea acogió este miércoles en Bruselas a los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para hacer un llamamiento a frenar la escalada bélica y evitar una conflagración regional en Oriente Medio. Entre los asistentes a la cumbre estuvo el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, líder de facto de la potencia petrolera, cuya presencia fue confirmada en el último momento.

«Necesitamos un alto el fuego inmediato en Gaza y el Líbano», sentenció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La situación ya es grave, dijo, por el «masivo ataque balístico» de Irán y por los ataques de los hutíes de Yemen contra buques comerciales. El emir de Catar, Tamim bin Hamad al Thani, añadió que Israel «ha convertido los crímenes de guerra en algo normal, y eso es algo que no podemos aceptar».