Kamala Harris saca la artillería pesada: Obama, Liz Cheney y Bruce Springsteen

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Kamala Harris y Liz Cheney, en un mitin en Wisconsin.
Kamala Harris y Liz Cheney, en un mitin en Wisconsin. Evelyn Hockstein | REUTERS

A un mes de las elecciones, la demócrata sigue intentando inclinar la balanza

05 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A un mes de las elecciones, la campaña de Kamala Harris ha decidido rodearse de pesos pesados. Así, a partir del próximo jueves, el primer presidente negro de EE.UU., Barack Obama, recorrerá varios estados bisagra pidiendo el voto para la demócrata. Esta semana, además, la actual vicepresidenta recibía el apoyo de otros dos estadounidenses de alto perfil: el músico Bruce Springsteen y la excongresista republicana Liz Cheney.

Con la ayuda de Obama, la campaña de Harris confía en mover la aguja de unas elecciones que a día de hoy se presentan extremadamente ajustadas. Para ello, el mediático exmandatario acudirá el jueves a Pensilvania, uno de los estados más decisivos en esta carrera hacia la Casa Blanca. Un estado que se decantó por el expresidente en las dos elecciones en las que participó, antes de decidirse por Trump en el 2016 y terminar cayendo del lado de Joe Biden por la mínima en el 2020.

El expresidente y su mujer, Michelle Obama, fueron de los primeros demócratas de alto perfil en declarar su apoyo a Harris tras el anuncio de su candidatura. Además, los Obama también participaron en la Convención Nacional Demócrata que coronó a la vicepresidenta como la candidata oficial.

Con su apoyo activo a Harris, Obama participa en el cierre de un círculo: en el 2007, Harris fue una de las primeras en apoyar la candidatura a las primarias del exmandatario frente a Hilary Clinton. Además, en el 2008, la ahora candidata llegó a pedir el voto para Obama puerta a puerta de cara a los caucus de Iowa.

Esta semana era ella quien recibía, además, el apoyo de Bruce Springsteen y de Liz Cheney. El Boss hacía pública su intención de votar por Harris con un vídeo en el que afirmaba que las elecciones de noviembre serán de las «más trascendentales en la historia» de EE.UU. Según él, Trump «es el candidato más peligroso» que ha visto debido a «su desprecio por la santidad de la Constitución, la santidad de la democracia, la santidad del Estado de derecho y la santidad de la transferencia pacífica del poder».

Por su lado, Liz Cheney se convertía el jueves en la republicana más influyente en sumarse a la caravana de Harris. Tanto Cheney como su padre, el exvicepresidente Dick Cheney, ya habían anunciado que votarían por Harris. Esta semana, la heredera del mandatario iba un paso más allá acompañando a Harris en uno de sus mítines en Wisconsin, cuna del Partido Republicano. Cheney, que llegó a ser la tercera republicana más poderosa de la Cámara de Representantes, fue expulsada por votar a favor de un impeachment contra Trump.

Al otro lado de la competición, el magnate volverá el sábado a Butler, la ciudad pensilvana en la que fue víctima del primer intento de acabar con su vida. El magnate dará un mitin en este estado clave en compañía de uno de sus aliados de mayor peso, el multimillonario sudafricano, Elon Musk. El magnate ha dejado caer en varias ocasiones que podría contar con Musk para su administración.