Francia encara una nueva etapa con subida de impuestos y recortes en el gasto público

La Voz REDACCIÓN / EFE

ACTUALIDAD

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

El país despedirá el año con el déficit desbocado, en el 5,6% del PIB, y con la vigilancia estrecha de Bruselas sobre sus cuentas

22 sep 2024 . Actualizado a las 14:27 h.

El nuevo ministro francés de Economía, Antoine Armand, no descarta aumentar algunos impuestos de forma selectiva, teniendo en cuenta la situación de las cuentas públicas, y promete reducir el gasto.

En una entrevista publicada este domingo por Le Journal du Dimanche, Armand explica que excluir «de entrada ciertos impuestos excepcionales y selectivos no sería responsable» en las condiciones actuales.

Armand, que después del anuncio del sábado por el Elíseo de la composición del Gobierno del conservador Michel Barnier, asume sus funciones esta tarde en la ceremonia de traspaso de poderes con el ministro saliente, Bruno Le Maire, afirma que habrá que «bajar el gasto público».

Una de las primeras urgencias del nuevo Ejecutivo va a ser, precisamente, abordar la elaboración de los presupuestos para el 2025, que en teoría deberían presentarse el 1 de octubre, pero que ya se sabe que llegarán algo más tarde.

Esa preparación se anuncia particularmente delicada porque en Francia el déficit público subió el pasado año hasta el 5,5% del producto interior bruto (PIB) cuando lo previsto en el presupuesto era un 4,9%, por unos ingresos muy inferiores a los anticipados.

Además, el Tesoro ha anticipado que este año Francia terminará con un déficit del 5,6%, muy lejos del tope del 3% preconizado por las reglas fiscales europeas, y además con una deuda del 112% del PIB.

Francia tiene abierto un procedimiento de vigilancia por déficit excesivo por parte de la Comisión Europea desde julio.

Le Maire ha afirmado que hay que rebajar progresivamente ese déficit en los próximos años para dejarlo por debajo del listón del 3% en el 2027, pero muy pocos creen que eso sea posible, empezando por el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, quien insta a marcarse un objetivo para llegar a ese nivel en cinco años y cumplir.

Armand afirma que en el contexto «inédito» actual, «cada ministerio tendrá que hacer propuestas para corregir las finanzas públicas».

Pero a continuación puntualiza que no será «el ministro de la confiscación fiscal» y que tampoco está dispuesto a que Francia no haga las inversiones necesarias para su «futuro económico y ecológico».

En la elaboración de los presupuestos, intervendrá en particular el nuevo ministro de Hacienda, Laurent Saint-Martin, que en la configuración del Ejecutivo estará bajo la tutela directa de Barnier.

La izquierda, que tiene 193 escaños de los 577 que hay en la Asamblea Nacional, ha anunciado la presentación de una moción de censura que quiere que se vote lo más antes posible, una vez que el primer ministro haga su discurso de política general, a comienzos de octubre.

Condiciones para retirar la moción de censura

El primer secretario del Partido Socialista (PS), Olivier Faure, ha dicho este domingo en una entrevista al canal France 3 que solo cambiaría de parecer si el nuevo Gobierno está dispuesto a restablecer el impuesto sobre la fortuna, a restablecer una tasa progresiva para los ingresos de capital y a un impuesto para los beneficios excepcionales de las empresas.

Para que la izquierda pudiera tumbar al Ejecutivo sería necesario el apoyo de la extrema derecha, que tiene 142 diputados y que ha dicho que va a esperar a la presentación del programa político para decidir si permite continuar a Barnier o no.