Rusia redobla la presión sobre Londres al expulsar a seis de sus diplomáticos

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Starmer y Lammy, en la embajada británica en Washington.
Starmer y Lammy, en la embajada británica en Washington. Stefan Rousseau | REUTERS

Coincide con la reunión de Starmer y Biden para decidir si permiten a Kiev utilizar misiles estadounidense y británicos para atacar objetivos militares en Rusia

13 sep 2024 . Actualizado a las 21:36 h.

Las deterioradas relaciones anglo-rusas recibieron este viernes un nuevo golpe. El Kremlin ha revocado la acreditación a seis diplomáticos de la embajada británica en Moscú a los que acusa de espionaje y de buscar «una derrota estratégica» de Rusia en Ucrania. La medida, que conlleva la expulsión de los afectados, se produjo cuando el primer ministro laborista, Keir Starmer, se dirigía a Washington para tratar con el presidente Joe Biden si da luz verde a la solicitud de Volodímir Zelenski de permitirle emplear los misiles de largo alcance británicos y estadounidenses contra objetivos militares en territorio ruso.

La posibilidad de que Washington y Londres autoricen al Ejército ucraniano a usar los misiles Storm Shadow y Atacms contra bases e instalaciones militares rusas ha desatado el enfado de Moscú, que ha vuelto a amenazar con emplear su arsenal atómico en represalia. «La OTAN entraría directamente en las hostilidades contra una potencia nuclear. No debamos olvidar esto», alertó el embajador ruso ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia. Un día antes el presidente Vladimir Putin ya había realizado una advertencia similar.

El Ministerio británico de Exteriores tachó de «carentes de fundamento» las acusaciones rusas contra los diplomáticos expulsados. En declaraciones a la BBC, el exasesor de Seguridad Nacional británico Peter Ricketts denunció que el gesto de Moscú no era más que un «intento por intimidar a los líderes occidentales». Sin embargo, de entrada la medida parece no haber logrado amilanar a Londres. «Rusia inició este conflicto. Rusia invadió Ucrania ilegalmente. Rusia puede poner fin a este conflicto de inmediato», replicó Starmer, antes de iniciar su segunda visita a EE.UU. tras su elección en julio. No obstante, en otras capitales sí han tomado nota de las advertencias rusas. «Alemania ya ha dicho lo que hará y lo qué no, y eso no ha cambiado», dijo el canciller germano, Olaf Scholz, dejando en claro que su país no dará al Ejército ucraniano cohetes de largo alcance.

En medio de las amenazas del Kremlin, Zelenski insiste en la petición para que sus aliados les permitan a sus militares golpear el territorio ruso con las armas que le han suministrado. «Cualquiera que vea en el mapa desde dónde lanza Rusia sus ataques, dónde entrena a sus tropas, mantiene a sus reservas y sitúa sus infraestructuras militares entiende por qué Ucrania necesita capacidades de larga distancia», dijo el presidente ucraniano durante un foro sobre seguridad. 

Los Storm Shadow y Atacms

Los misiles anglo-franceses Storm Shadow tienen un alcance de 250 kilómetros y son ideales para penetrar defensas reforzadas o depósitos de municiones y ya han probado su efectividad en algunos ataques ejecutados en Crimea. Los Atacms pueden alcanzar, con precisión milimétrica, a blancos ubicados a 300 kilómetros de distancia.