Michel Barnier prepara un gobierno priorizando a la derecha y al centro

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

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El nuevo primer ministro francés, Michel Barnier, en una imagen de archivo.
El nuevo primer ministro francés, Michel Barnier, en una imagen de archivo. Contacto / Luc Nobout | EUROPAPRESS

Está dispuesto a incluir a la izquierda, pero el Nuevo Frente Popular lo rechaza

06 sep 2024 . Actualizado a las 22:19 h.

El recién estrenado primer ministro francés, Michel Barnier, intenta formar un equipo de gobierno que represente al mayor número posible de tendencias políticas, sin perder un mínimo de coherencia, que le permita evitar una moción de censura.

Anoche concedió su primera entrevista como jefe del Ejecutivo a la cadena TF1. Afirmó que necesita «discutir con todos los grupos políticos», incluida la ultraderechista Marine Le Pen, porque «cerca de 11 millones de franceses han votado por la Agrupación Nacional (RN) y su voz cuenta». Aunque aseguró que no tiene «nada en común, o poca cosa, con la ideología de la RN».

Dijo que está abierto a dirigir un gobierno en el que participen «miembros de izquierdas», pero los encuentros que mantuvo auguran un equipo cuyo centro de gravedad se ubicará entre la derecha y el centroderecha. Es una apuesta poco ortodoxa, teniendo en cuenta que la coalición izquierdista Nuevo Frente Popular ganó las elecciones del 7 de julio.

Attal se muestra prudente

Barnier comenzó el día recibiendo a su predecesor y ahora presidente del grupo Juntos por la República en la Asamblea Nacional, Gabriel Attal. Los diputados macronistas no excluyen formar parte del nuevo Gobierno. «No habrá de nuestra parte ni voluntad de bloqueo ni apoyo incondicional», dijo Attal.

Más tarde se reunió con los dirigentes de su propio partido, Los Republicanos (LR), para estudiar con ellos las condiciones que permitirían su participación en el Ejecutivo. Los presidentes de los diputados y los senadores conservadores, Laurent Wauquiez y Bruno Retailleau, respectivamente, indicaron que decidirán su presencia en función del programa de Barnier sobre el poder adquisitivo, las finanzas públicas, la inmigración y la seguridad. «Hemos dicho que asumiremos nuestras responsabilidades —dijo Wauquiez—, pero solo lo haremos sobre la base de un programa que garantice responder a las preocupaciones de los franceses». También querían saber el margen de maniobra con el que cuenta frente al presidente de la República, si será un simple colaborador: «en cuyo caso podría ser sin nosotros», o si será «un primer ministro de pleno derecho», dijo Retailleau.

El Nuevo Frente Popular promete censurar el gobierno de Barnier y, desde hoy mismo, la Francia Insumisa ha organizado manifestaciones en su contra. Mientras, en el seno del Partido Socialista, comienzan los reproches por haber permitido que llegara a Matignon un primer ministro de derechas, después de que la coalición de izquierdas terminara en cabeza en las elecciones. Aparte de denunciar la «traición política» por parte de Emmanuel Macron, y hacer la promesa de que «ninguna personalidad del Partido Socialista» entrará en el Gobierno de Michel Barnier, tampoco faltan las críticas de los que apoyaban que Bernard Cazeneuve fuera nombrado primer ministro. Pero la dirección del partido no quiso respaldar la candidatura del antiguo jefe de Gobierno socialista. La alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo ha expresado su «ira profunda» contra el partido por haber impedido su nombramiento.