Pável Elizárov, disidente ruso: «En los informes de Pablo González había todo tipo de detalles personales sobre mí»
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El opositor exiliado en Portugal tuvo una relación próxima con el periodista acusado de espiar para Putin
04 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El periodista rusoespañol Pablo González formó parte, el 1 de agosto, del mayor intercambio de prisioneros entre Rusia y la OTAN en décadas. Hasta entonces, pasó dos años y cinco meses en prisión preventiva en Polonia, en un régimen de aislamiento y sin apenas contacto con sus familiares. Manteniendo el caso como secreto, las autoridades polacas se negaron a dar a conocer los cargos por espionaje hasta el 9 de agosto, una vez entregaron a González a Moscú y sin haberlo juzgado. En concreto, se le acusa de «participación en actividades de un servicio de inteligencia extranjero», que se pena con hasta diez años de cárcel.
Además de las investigaciones de algunos medios independientes sobre los movimientos del periodista, uno de los argumentos esgrimidos en su contra se reduce a haber sido recibido por el presidente ruso, Vladimir Putin, en el aeropuerto Vnúkovo de Moscú.
Pero, por lo que ha trascendido, las autoridades polacas disponen de varios informes escritos por González y presuntamente destinados a la inteligencia rusa —la defensa arguye que era material periodístico— Entre sus objetivos se encontraban los miembros del Foro Nemtsov, organización disidente fundada en honor al opositor ruso asesinado en el 2015, Borís Nemtsov. Su hija y presidenta del Foro, Zhanna Nemtsova, ha sido interrogada en Polonia y tenido acceso a estos documentos. «No tengo dudas de que era un espía», dijo Nemtsova a la BBC esta semana.
También su exmarido, el disidente ruso Pável Elizárov, exiliado en Portugal, aparece con frecuencia en los informes. Desde el 2012, ha mantenido su actividad política desde el extranjero y participado en numerosos encuentros con la oposición rusa, contexto en que conoció a González.
Detalles personales
Si bien prefería no hablar públicamente sobre este asunto antes del intercambio, ahora reconoce que «no lo puedo contar todo, pero no tengo dudas [sobre la culpabilidad de González]». Se remite a los informes: «A los miembros del Fondo Nemtsov que fueron interrogados [por los investigadores polacos], les mostraron informes realizados por Pablo, en concreto sobre mí», y que no podrían haber sido falsificados, porque «allí había todo tipo de detalles personales, sobre eventos a los que acudimos, dónde vivía cada uno, qué comía, características psicológicas…»
Elizárov reconoce que «no sé a quién le enviaba los informes, pero lo acusaron de trabajar en el servicio secreto ruso GRU y después Putin lo recibió dándole la mano. Hay pocas explicaciones posibles», dice por teléfono. «Sobre por qué no lo han juzgado, no sé qué consideraciones hay; quizá no quieran revelar antes de tiempo lo que tienen».
La relación entre ambos fue cercana entre el 2016 y el 2018: «Teníamos bastante contacto, nos encontramos en eventos, me enseñó el País Vasco, también estuvimos juntos en el referendo [secesionista catalán] en Barcelona» (el disidente, como observador del movimiento Golos y González, como periodista).
Elizárov no tiene dudas de que, desde que se conocieron en Berlín, el rusoespañol se les aproximó con el objetivo de espiarlos, lo que se prolongó hasta el 2018. «Cuando me enteré de su detención, puse los hechos en orden y entendí que era un agente, pero claro que me sorprendió. Yo no sospeché nada, aunque quizá hubiera tenido sentido. De todos modos, no me causó ningún daño ni descubrió ningún secreto especial. Tenemos experiencia, hay varios tipos de vigilancia y por eso somos cuidadosos, aunque evitamos caer en la paranoia». Un relato que coincide con el de otras presuntas víctimas del espionaje, como Nemtsova, Ilya Yashin o Vladimir Kara-Murza.
Elizárov prefiere no pronunciarse sobre si estas sospechas justificaron las condiciones de detención de González en Polonia.