Los ecologistas advierten que este calentamiento está empezando a afectar a la biodiversidad
01 sep 2024 . Actualizado a las 17:18 h.La boya de Cabo de Gata de Almería, que es el punto de referencia para medir las temperaturas en la costa mediterránea andaluza y está integrada en la red exterior de Puertos del Estado, ha medido 28,61 grados centígrados en la temperatura del mar Mediterráneo el pasado 21 de agosto de este año y supera así el récord absoluto de temperatura desde el año 2001, cuando se iniciaron los registros.
El registro, que tuvo lugar a la 01.00 horas, según los datos provisionales de Puertos del Estado, consultados por Europa Press, supone sobrepasar por segundo año consecutivo la cifra de los 28 grados desde que existen registros. En los últimos diez años, un período comprendido desde enero de 2014 hasta agosto de 2024, la temperatura del mediterráneo ha aumentado en más de un grado, concretamente en 1,01. En cuanto a las mínimas alcanzadas, en febrero de 2014 se alcanzaron los 14,1 grados, aunque un año más tarde, en el mismo mes, destaca la mínima de 13,81, muy lejos de los 14,57 grados recogidos en febrero de este año.
El aumento de las temperaturas se produce «sin duda, por el cambio climático», como afirma el coordinador de GENA Ecologistas en Acción, Rafael Yus, que explica que el aumento de la temperatura media atmosférica afecta tanto al continente como al mar. Mientras que en el continente el aumento de las temperaturas se refleja en las olas de calor y en una menor frecuencia de las lluvias, en el mar se determina por un aumento de las temperaturas, aunque «no tan brusca como la que se produce en tierra, puesto que el agua es un líquido y además está confinado», ha subrayado Yus.
Aunque es pronto para ver los efectos del cambio climático producidos en el mar, Yus ha indicado que «ya se pueden predecir». Por ejemplo, el aumento de las temperaturas en el mar está afectando «a la posidonia oceánica», una planta que tiene un margen de tolerancia de la temperatura de 24 grados.Además, Yus ha señalado que la temperatura produce «una aceleración de las reacciones químicas», por lo que se está disolviendo dióxido de carbono en el agua «a una mayor velocidad», generando que el agua se acidifique. En consecuencia, muchos animales, como los moluscos, se ven afectados debido a que sus conchas están hechas de carbonatos, que se encuentra disuelto en el agua, pero que «en un medio ácido disminuye».
Lo mismo le ocurre a otros animales, como los crustáceos y algunos equinodermos, por lo que afecta a la biodiversidad, ha informado el coordinador de la organización. En esta situación, lejos de frenar el aumento de las temperaturas, los científicos prevén que sigan «aumentando las temperaturas hasta superar los 30 grados y provocar la pérdida de muchas especies».
Inmersos en el cambio climático
En la actualidad, Yus ha asegurado que «estamos inmersos en el proceso del cambio climático» y que existen dos opciones al respecto, la mitigación y la adaptación. De esta forma, mientras que la mitigación consiste en la toma de medidas para paliar los efectos del proceso, la adaptación consiste en adoptar medidas para afrontar sus consecuencias y es el modelo «al que está tendiendo la sociedad» debido a que la mitigación implica «sacrificios económicos y sociales».
Asimismo, el coordinador ha señalado que los efectos también llegarán a la costa mediterránea, donde se está observando fenómenos erosivos en la costa debido a los temporales agresivos que se han producido. Por ello, ha concluido explicando que, unido a la subida del nivel del mar, «las costas pueden llegar incluso a desaparecer».