Trump y el arte de atacar a rivales políticos desde detrás de un cristal antibalas

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Jonathan Drake | REUTERS

El magnate dio el jueves su primer mitin al aire libre después del intento de asesinato

22 ago 2024 . Actualizado a las 22:24 h.

Tras una mampara de cristal antibalas y enfadado con Obama, Donald Trump habló el miércoles en un mitin en Carolina del Norte en el que estaba emplazado para ofrecer su visión sobre el momento que atraviesa la seguridad nacional de EE.UU. El mitin, en uno de los estados claves de cara a noviembre, estaba pensado para contraprogramar la Convención Nacional Demócrata y, además de Trump, también estuvo presente su candidato a vicepresidente, el senador por Ohio J. D. Vance.

La aparición del magnate, algo más de un mes después de que un tirador intentase acabar con su vida en Pensilvania, tuvo lugar entre fuertes medidas de seguridad. Además del cristal antibalas que separaba a Trump del gentío, en los alrededores del podio había varios contenedores de transporte destinados a obstaculizar la trayectoria de cualquier posible tirador. En las azoteas de los edificios cercanos, francotiradores oteaban a través de sus miras telescópicas para identificar y neutralizar posibles amenazas contra la integridad del expresidente.

En su intervención, el candidato republicano criticó con dureza a su rival en la carrera por la presidencia, Kamala Harris, y buscó asociarla —dado su actual cargo de vicepresidenta— con la accidentada salida de las tropas estadounidenses de Afganistán y el estallido de las guerras de Ucrania y Oriente Medio que el magnate achaca a la actual Administración demócrata. Según dijo, de ganar las elecciones, él buscará la dimisión de los mandos del Ejército que organizaron la salida de las tropas del país de Asia central. Sobre Harris, el magnate afirmó que la «camarada Kamala» es «la persona más de izquierda radical que jamás ha aspirado a un cargo político de alto rango en el país».

Trump, que el día anterior había sido mencionado con profusión en el discurso de su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, quiso contraatacar criticando a un presidente al que hace solo dos días describía como un «buen tipo». Visiblemente ofendido por el discurso de Obama en la convención demócrata, afirmó en esta ocasión que el expresidente era «un tipo asqueroso». Además, se quejó de que las críticas de Obama habían sido «personales». Él aseguró estar asesorado para evitar ese tipo de ataques y en su lugar «hablar de políticas públicas».