Crece el cerco internacional al Gobierno para que publique las actas

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

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Una manifestante en Caracas sostiene una imagen del candidato opositor Edmundo González.
Una manifestante en Caracas sostiene una imagen del candidato opositor Edmundo González. Ronald Pena R | EFE

La Organización de Estados Americanos acusó al presidente de hacer un «manejo doloso» de los resultados y la Casa Blanca pide más transparencia en los datos

31 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Organización de Estados Americanos (OEA) y los únicos observadores internacionales autorizados por el Gobierno de Nicolás Maduro se han desmarcado de los resultados de las elecciones venezolanas del domingo. Ambos han exigido la publicación total de las actas de votación del proceso para avalar los resultados ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que ha dado ganador al mandatario para un tercer período sin evidencias: su página web está caída (o como mínimo, funciona intermitentemente) desde el lunes al amanecer.

El Centro Carter, único organismo observador autorizado por la «revolución bolivariana» para el 28 de julio, suspendió la entrega de su informe institucional y solicitó el retiro de su personal de Venezuela, el cual se complicará, porque el país ha cerrado su espacio aéreo con Panamá y República Dominicana, en respuesta a la solicitud de estos dos países (y de otros seis) de convocar a la OEA para aplicarle al Gobierno de Maduro la Carta Democrática Interamericana.

Panamá y Santo Domingo son los principales nexos entre Venezuela y Estados Unidos, país con el que Venezuela no tiene conectividad aérea desde el 2019. La Casa Blanca, además, emitió un comunicado en el que indica que «hay signos claros de que los resultados electorales anunciados por el CNE no reflejan la voluntad del pueblo venezolano». El Gobierno del país norteamericano remarcó que está revisando datos electorales de «organizaciones civiles» y de reportes internacionales. Estados Unidos es uno e los principales garantes del Acuerdo de Barbados.

Mientras, la OEA remarcó que «la peor forma de represión, la más vil, es impedirle a los pueblos soluciones a través de elecciones» y que «el manual completo del manejo doloso del resultado electoral fue aplicado en Venezuela la noche del domingo, en muchos casos de manera muy rudimentaria».

En tanto, los expresidentes Leonel Fernández (Dominicana) y Ernesto Samper (Colombia), ambos aliados de Maduro desde hace más de una década, y también invitados a observar la elección, emitieron un comunicado conjunto que «recomienda» que «el CNE [...] garantice la transparencia del proceso electoral, publicando la totalidad de las actas de escrutinio [...] Este primer paso es esencial, permite a todas las partes interesadas acceder a la información para una revisión exhaustiva».

Por último, Celso Amorim, excanciller y asesor de política exterior del presidente brasileño Lula Da Silva, informó el lunes que se había reunido con Maduro y que este le había prometido que «los resultados estarían publicados en unos días», desatando las críticas en las redes sociales, toda vez que el mandatario (y candidato) parecía hablar en nombre del CNE, que legalmente es un ente autónomo.

La Cancillería de la República Argentina afirmó que la empresa eléctrica estatal venezolana, Corpoelec, cortó el servicio eléctrico en su sede, donde están asilados seis colaboradores cercanos de la líder opositora María Corina Machado desde hace casi cuatro meses, y advirtió al gobierno venezolano «sobre cualquier acción deliberada que ponga en peligro la seguridad del personal diplomático argentino y de los ciudadanos bajo protección».