Netanyahu asegura que liberará a los rehenes de Gaza y no ocupará la Franja

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante su discurso en una sesión conjunta del Congreso y el Senado de Estados Unidos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante su discurso en una sesión conjunta del Congreso y el Senado de Estados Unidos. Craig Hudson | REUTERS

Israel mata a 120 palestinos y obliga a desplazarse a 150.000 en Jan Yunis antes de la intervención del primer ministro

24 jul 2024 . Actualizado a las 21:53 h.

Era la cuarta vez que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirigía al Congreso de Estados Unidos en su carrera política. Una oportunidad de oro para reclamar a su más acérrimo aliado que le siga apoyando en su guerra contra Hamás. Y lo hizo ayer bajo la promesa de que liberaría a los rehenes que aún están en manos del Movimiento de Resistencia Islámica y de que no ocuparía la Franja de Gaza, como sí desean sus socios ultras de Gobierno.

Ante congresistas y senadores y durante alrededor de una hora, Netanyahu aseguró que la guerra contra Hamás es «una lucha entre la barbarie y la civilización» y reclamó a Estados Unidos más armamento para cumplir con el objetivo de «destruir» por completo a la facción palestina. «Dennos las herramientas más rápido y terminaremos el trabajo más rápido», exclamó ante los aplausos y vítores de los asistentes.

Sobre los rehenes aún cautivos en Gaza, el primer ministro israelí aseguró que no descansará «hasta que nuestros seres queridos estén en casa». Una promesa vacua para las familias de los presos, que criticaron en un comunicado emitido por el Foro de las Familias de Rehenes que en todo su discurso «no haya pronunciado las palabras ‘trato hecho'», en referencia a un posible acuerdo para liberarlos. Incluso el líder opositor Yair Lapid criticó esta parte: «¡Qué vergüenza! Casi una hora hablando sin decir: ‘Habrá acuerdo de rehenes'», expresó en la red social X.

Netanyahu también tuvo críticas para los detractores de la guerra, a los que llamó «antisemitas», y especialmente para la Corte Internacional de Justicia y el Tribunal Penal Internacional, de quienes dijo que era una «absoluta y completa tontería» que no se permitiera la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Las oenegés internacionales denuncian una hambruna sin precedentes en el enclave palestino.

Además, agradeció al presidente Joe Biden, con quien se reunirá el jueves, por ser un «sionista» que «fue a Israel para estar con nosotros en nuestro peor momento». Y de los manifestantes que se oponían a su intervención frente al Congreso, dijo que eran los «idiotas útiles» de Irán.

Cientos de muertos antes del discurso

Mientras Netanyahu intervino en el Congreso de EE.UU., los ataques de Israel no cesaron en Gaza. Las tropas de Tel Aviv causaron la muerte de más de 120 personas en la Franja y el desplazamiento de unas 150.000 personas de la zona de Jan Yunis, donde se centran los enfrentamientos entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y Hamás.

El Consejo Noruego de Refugiados informó de que los desplazamientos se deben a los intensos combates que tienen lugares en las inmediaciones del hospital Al Nasser y que los palestinos se encaminan a Al Mawasi, una «zona segura» establecida por Israel que ha sido atacada en varias ocasiones. La misma organización denuncia que los desplazados forzados han tenido que cambiar sus emplazamientos hasta en diez ocasiones.

Las FDI aseguraron en un comunicado que Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza, se encuentra oculto en la zona pese a que ellas mismas declararon «limpia» la zona en abril». Por los intensos enfrentamientos, el hospital Al Nasser se ha quedado sin recursos para atender enfermos o realizar cirugías. Los muertos, según las autoridades sanitarias gazatíes, ya ascienden a más de 39.000 y los heridos a 90.000. Mientras transcurren los choques entre Israel y Hamás, el propio Consejo Noruego de Refugiados ha alertado también que «no hay nada parecido a la vida» en el norte del enclave palestino, donde la hambruna y las enfermedades arrecian.

Nuevas tensiones internas

La alianza de facciones palestinas para alcanzar un Gobierno de unidad temporal y los disensos internos en Israel pusieron otra vez al Ejecutivo de Benjamin Netanyahu en el aprieto habitual: partes enfrentadas por la composición del gabinete de guerra.

El ministro de Seguridad Nacional, el ultra Itamar Ben Gvir, volvió a solicitar el ingreso en el futuro gabinete que componga el primer ministro tras la disolución del primero por la salida del opositor Benny Gantz. A esto se le opuso el titular de Defensa, Yoav Gallant, que expresó que «hay un pirómano que está tratando de incendiar Oriente Próximo. Me opongo a cualquier negociación para incluirlo en el gabinete de guerra, esto le permitiría realizar sus planes».