Según datos de las agencias de seguridad, Tomas Crooks había sido visto con un dispositivo para medir distancias y una mochila pero el Servicio Secreto lo perdió de vista
22 jul 2024 . Actualizado a las 16:45 h.El Servicio Secreto de EE.UU. vio al atacante de Donald Trump en el tejado de un edificio 20 minutos antes de que este disparara al expresidente y candidato republicano en un mitin en Butler (Pensilvania) el pasado sábado, según informó este miércoles el canal ABC.
El canal, que cita a funcionarios de seguridad y legisladores conocedores del asunto, indica que los francotiradores del Servicio Secreto vieron al autor del intento de asesinato de Trump, Thomas Crooks, de 20 años, a las 17.52 de la tarde, mientras que el tiroteo tuvo lugar a las 18.12.
También revela otros momentos clave previos al ataque comunicados por los líderes del FBI y el Servicio Secreto a los legisladores: Crooks, informa Efe, fue identificado como persona de interés en torno a una hora antes del primer disparo, a las 17.10, y veinte minutos después se le vio usando un telémetro (un dispositivo para medir distancias entre dos puntos de forma remota).
La información parte de una reunión entre las agencias de seguridad y los legisladores celebrada este miércoles en la que estuvo presente el senador republicano John Barrasso, de Wyoming, quien transmitió a Fox News que Crooks tenía «un telémetro y una mochila y el Servicio Secreto lo perdió de vista».
Mientras, CBS cita otros detalles compartidos por las autoridades tras acceder al teléfono del atacante: antes del atentado hizo búsquedas de imágenes de Trump y del presidente Joe Biden; de las siguientes intervenciones del primero y la Convención Nacional Demócrata; y de la depresión, entre otras cosas.
Trump resultó herido de bala en una oreja durante el mitin antes de que los francotiradores del Servicio Secreto abatieran al tirador, y además falleció una persona del público y quedaron heridas otras dos, inicialmente graves y que siguen ingresadas pero estables.
Cuatro días después del atentado, el FBI, que lidera la investigación sobre lo sucedido, sigue sin esclarecer las motivaciones que pudo tener el atacante mientras crecen las llamadas de los representantes políticos para que la jefa del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, asuma responsabilidades.
El Gobierno estadounidense también está realizando una investigación independiente sobre los posibles fallos de seguridad, ha reforzado el dispositivo que protege a Trump y ha dotado de agentes del Servicio Secreto al candidato independiente Robert Kennedy Jr.