El atentado contra el republicano desata una oleada internacional de repulsa
15 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se encontraba en una iglesia en Rehoboth Beach (Delaware), en su casa de fin de semana, cuando supo del atentado contra Donald Trump. De inmediato, compareció ante las cámaras para condenar los hechos: «No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia. Es enfermizo. Es enfermizo —repitió—. Es una de las razones por las que tenemos que unir a este país. No podemos permitir que esto suceda. No podemos ser así. No podemos tolerar esto», expuso. Biden, que dijo alegrarse de que Trump se encontrase bien, telefoneó el sábado por la noche a su rival republicano, según informó la Casa Blanca, que añadió que el presidente está recibiendo informes actualizados de las autoridades de Seguridad Nacional y policiales encargadas de esta investigación, que está siendo tratada como un intento de asesinato y está en manos del Buró Federal de Investigación (FBI).
El atentado sufrido por Trump cuando llevaba apenas diez minutos de mitin en Pensilvania desató una oleada de condenas a nivel mundial. El expresidente de EE.UU. Barack Obama; el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell; los presidentes de Venezuela y Argentina, Nicolás Maduro y Javier Milei, respectivamente, el multimillonario Elon Musk, y el papa condenaron el ataque.
En el Congreso estadounidense, tanto demócratas como republicanos mostraron su repulsa. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, declaró en X que «ese horrendo acto de violencia en un mitin pacífico de campaña no tiene lugar en este país y debería ser condenado de forma unánime». El líder de los demócratas en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, por su parte, agradeció la rápida respuesta de los servicios de seguridad y reafirmó: «Estados Unidos es una democracia. La violencia política de cualquier tipo nunca es aceptable».
«En estas horas oscuras»
Borrell, que se confesó «conmocionado» por un atentado que condenó enérgicamente, lamentó que una vez más «asistimos a actos de violencia inaceptables contra representantes políticos». El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, presidente de turno del Consejo Europeo, manifestó su apoyo a Trump en X: «Mis pensamientos y oraciones están con Donald Trump en estas horas oscuras». Orbán se había reunido con el republicano el jueves, tras participar en la cumbre de la OTAN en Washington y después de una polémica gira por Kiev, Moscú y Pekín que causó malestar en la UE y en la Alianza porque no había sido consultada. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó los hechos, le deseó «una pronta recuperación» a Trump y rechazó el uso de la «violencia política» en democracia.
Rusia se sumó a la condena. Tras trasladar sus condolencias a la familia del fallecido entre el público del mitin, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que «siempre hemos condenado cualquier manifestación de violencia durante la lucha política». Ahora bien, sugirió que el ataque fue alimentado por la atmósfera «creada por una Administración que prefiere solucionar todo desde posiciones de fuerza».