Los conservadores británicos se preparan para elegir a su sexto líder en ocho años
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Rishi Sunak se ha disculpado por no atender las demandas de la población
06 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.«Lo siento». Con una disculpa a los británicos y a sus correligionarios inició Rishi Sunak su último discurso como primer ministro del Reino Unido. Y tras aceptar la culpa por el desastroso resultado cosechado por su partido en las elecciones generales celebradas este jueves, el primer gobernante de ascendencia india anunció su dimisión como líder de los tories y, con ello, abrió las puertas para su reemplazo en un proceso que se antoja duro y que puede terminar con la formación aún más a la derecha del espectro político.
«He escuchado su molestia y su decepción […] ustedes han enviado una señal clara de que quieren un cambio de Gobierno», declaró Sunak a las puertas del 10 de Downing Street, instantes antes de ir al palacio de Buckingham para entregarle su dimisión al rey Carlos III. La apuesta del ya expremier de adelantar los comicios no sirvió para evitar el debacle que le venían augurando las encuestas desde hacía más de un año, y los conservadores vieron como casi dos tercios de los escaños que tenían en la Cámara de los Comunes se esfumaron hasta quedarse con 121.
Tras admitir que era un «día difícil», Sunak se mostró orgulloso de lo conseguido en sus casi dos años de gestión. «La inflación ha vuelto al objetivo, los tipos de interés están cayendo y el crecimiento ha regresado […]creo que este país es más seguro y fuerte lo que era hace 20 meses y más próspero, justo y resistente que en el 2010», aseveró.
Tensa calma
Pese a que anunció que dejaría la dirección del Partido Conservador, Sunak aclaró que su marcha no será inmediata y que seguirá al frente hasta que sus compañeros decidan el procedimiento para escoger a su reemplazo.
La prensa londinense ya especulaba sobre la posibilidad de que el proceso para elegir al nuevo líder tory, el sexto en ocho años, se prolongue hasta el otoño. Y también aseguraba que las exministras del Interior, Suella Braverman; y de Comercio, Kemi Badenoch, ya se están preparadas para iniciar sus campañas. Ambas parten con la ventaja de haberse salvado del tsunami laborista que tiñó de rojo al Parlamento. Otros nombres que han comenzado a circular son los de los extitulares de Economía y del Interior, Jeremy Hunt y James Cleverly, respectivamente, los cuales también consiguieron ser reelectos por los pelos.
Las derrotas de la exministra de Relaciones con el Parlamento, Penny Mordaunt; y de la ex primera ministra Liz Truss, parece haberlas sacado de la carrera, al menos por ahora.
Sin embargo, algunas voces de dentro de la formación temen que la estructura y las bases conservadoras se dejen seducir por candidatas como Braverman o Badenoch. Las exministras son partidarias de una línea dura en materia migratoria, algo que varios sectores del partido creen que podría ayudar a recuperar a esos más de 4 millones de votos que la formación perdió a manos del populista Partido de la Reforma y, en menor medida, de los Liberales Demócratas.
Farage logra cuatro escaños y advierte de que su «revuelta política» acaba de empezar
Aunque al final apenas se consiguió cuatro de los 13 escaños que en un principio le pronosticaban los sondeos a pie de urna, el desembarco del Partido de la Reforma en el Parlamento de Westminster implica una sacudida del tablero político. La formación populista ha conseguido en las elecciones generales de este jueves 4.102.109 votos, lo cual supone el 14,3 % del total. En número de sufragios, sería la tercera fuerza del Reino Unido.
Con estos resultados bajo el brazo, el líder de la organización, el controvertido Nigel Farage, aseguró que la «revuelta política» que prometió poner en marcha durante la campaña apenas ha comenzado e insistió en que buscará desplazar a los conservadores, a los que arrebató un importante porcentaje de votantes.
«Existe un enorme vacío en el centroderecha de la política británica y mi trabajo es llenarlo», declaró Farage, quien en estos comicios logró finalmente ser electo diputado después de siete intentos fallidos.
Sin embargo, no todos recibieron con entusiasmo el éxito de Farage. Así, mientras el populista intentaba presentar los siguientes pasos de su «revuelta», su discurso fue interrumpido por siete manifestantes distintos, quienes lo acusaron de «racista» y «discriminador». «Esta es una buena práctica para la Cámara de los Comunes», se mofó el nuevo legislador.
Los independentistas dejan de ser la formación mayoritaria en Escocia
El Partido Nacional Escocés (SNP) vive «tiempos duros». Lo aseguró el ministro principal, John Swinney, después de la debacle electoral de este jueves. La ola laborista pasó también por los que, hasta entonces, eran sus dominios. No hay rastro de los independentistas ni en Glasgow ni en Edimburgo, las dos principales ciudades de Escocia. A falta de conocer los votos en Inverness, Skye y West Ross-shire, el resultado no deja lugar a dudas: el SNP sumó nueve escaños, 37 menos que en los anteriores comicios. Los laboristas recuperaron la hegemonía en Escocia, al hacerse con 37 de los 59 parlamentarios que le corresponde en la Cámara. Hace cincos años, solo una circunscripción, la del sur de Glasgow, se tiñó de rojo.
El batacazo, por lo menos, pospone los anhelos de independencia. «Casi la mitad de los escoceses quieren que este país sea independiente, pero este deseo no se ha manifestado en los resultados electorales», manifestó ayer Swinney, basándose en sondeos como el último de YouGov, que reflejó que un 53 % de los escoceses están a favor de la independencia.
Triunfo del Seinn Féin
El dicho dice que la alegría va por barrios, pero en estas elecciones fue más bien por islas. El Seinn Feín, el partido que aboga por la unificación de Irlanda e Irlanda del Norte, se convirtió en el partido que logró más escaños en las circunscripciones norirlandesas, con siete escaños. El antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) culmina así su dominio del espectro político, ya que también es la formación con más presencia en el Parlamento.
El triunfo del Seinn Féin se debe, en parte, a la caída del Partido probritánico Democrático Unionista (DUP). Los independentistas lograron los mismos parlamentarios en Westminster que en el 2019, pero la pérdida de cuatro escaños de la DUP les permite ocupar en solitario la primera plaza en Irlanda del Norte.