Finaliza la campaña francesa con una única incógnita: el margen de victoria de la ultraderecha

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

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Le Pen y Bardella, en el mitin de RN el viernes en París.
Le Pen y Bardella, en el mitin de RN el viernes en París. Christian Hartmann | REUTERS

Le Pen intenta sofocar la polémica después de que un ministro de su partido propusiese excluir a los binacionales del futuro Gobierno

29 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña relámpago de las elecciones legislativas en Francia ha terminado con la ultraderecha como gran favorita y con la enésima polémica, esta vez a cargo de Roger Chudeau, diputado saliente de la Agrupación Nacional (RN). Chudeau, que ambiciona convertirse en el ministro de Educación de un eventual Gobierno de Bardella, afirmó que si su partido llega al poder los franceses con doble nacionalidad no podrán ser ministros. Se refirió en concreto al caso de la extitular socialista de Educación Najat Vallaud-Belkacem, que, según él, no debería haber sido ministra porque tiene la doble nacionalidad franco-marroquí: «Ha destruido el colegio público e intentado instaurar el árabe en los primeros cursos».

Este comentario ha provocado un verdadero clamor contra el diputado, con la condena unánime de la izquierda, la mayoría presidencial y la derecha. Hasta su propio partido se vio obligado a desautorizarlo. Marine Le Pen lo llamó al orden: «Es una falta grave. Me asombra que nuestro colega exprese una opinión personal totalmente contraria al proyecto de la Agrupación Nacional». También dio a entender que tomarán medidas contra él, aunque no precisó si le retirará el apoyo.

Chudeau no es el único. El propio Jordan Bardella ha sembrado la confusión estos días en torno a los franceses con doble nacionalidad asegurando que prohibiría su acceso a «empleos sensibles».

Le Pen ha admitido que «en el pasado podría haber considerado esta solución» pero renunció a ella hace varios años «porque me di cuenta de que los ciudadanos con doble nacionalidad sentían una especie de sospecha de deslealtad hacia Francia y me parecía injusto para ellos».

Por su parte, Najat Vallaud-Belkacem se permitió bromear en su cuenta de X acerca de este incidente, pidiendo a Le Pen que no fuera dura con Chudeau: «La encuentro un poco dura con el Sr. Chudeau. Me gustaría darle las gracias por este ejemplo de lo que sería RN en el poder: incompetencia, racismo y mentiras».

Esta polémica ha dejado en segundo plano la protagonizada por Jean-Luc Mélenchon, a quien le preguntaron su opinión sobre las pancartas que se veían en las manifestaciones contra la RN, en las que se leía: «Un poli muerto = un voto menos por el RN». El líder de La Francia Insumisa respondió que «existe el derecho a bromear», aunque precisó que «hacerlo sobre la muerte de alguien no es divertido». «Desgraciadamente estamos habituados a los excesos del señor Mélenchon y sus declaraciones insoportables sobre nuestras fuerzas del orden», comentó el primer ministro, Gabriel Attal, y Le Pen tachó los comentarios de «despreciables».

Los últimos sondeos confirman que el voto se cristaliza en torno a tres grandes bloques: la Agrupación Nacional, Nuevo Frente Popular y Juntos, el partido macronista y sus aliados. A pesar de las polémicas, Le Pen sigue siendo favorita en las elecciones legislativas, con un resultado en torno al 36 % de los votos. Otro elemento común de las encuestas es que también llegarían en cabeza en términos de proyección de escaños en la segunda vuelta. La única incógnita es si obtendrán la mayoría absoluta.