Sánchez y Feijoo se enzarzan por los posibles pactos con la ultra Meloni tras las europeas

Paula de Las Heras MADRID / COLPISA

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Pedro Sánchez, el viernes en el Círculo de Economía.
Pedro Sánchez, el viernes en el Círculo de Economía. Quique García | EFE

El PSOE carga contra el PP por abrirse a un acuerdo con el grupo que integra a Vox y los populares tildan a sus rivales de «hipócritas»

25 may 2024 . Actualizado a las 10:42 h.

El asunto llevaba semanas bullendo en el ámbito comunitario, pero en España ha estallado ahora, en el inicio de la campaña electoral para las europeas del 9 de junio. Todas las encuestas apuntan a que el tradicional entendimiento entre populares y socialdemócratas, las dos grandes familias constructoras de la UE, no bastará en esta ocasión para decidir quién debe ocupar la presidencia de la Comisión. ¿Puede romperse el cordón sanitario a la ultraderecha? El PSOE exigió este viernes a Alberto Núñez Feijoo «claridad» después de que, siguiendo la estela de Ursula von der Leyen, la candidata del Partido Popular Europeo (PPE), defendiera que hay que distinguir entre la primera ministra italiana Giorgia Meloni y «otros partidos que se consideran de extrema derecha en Europa». Los populares y Podemos tildan, en cambio a los socialistas de «hipócritas».

Pedro Sánchez tiene muy claras las cartas que quiere jugar para ganar estos comicios clave, los primeros de ámbito nacional desde las generales. Está convencido de la receta del éxito es la misma empleada el 23-J, la asimilación del PP y Vox como un todo, sumido en la «ola reaccionaria» que recorre el mundo. Pero él mismo ha tenido una buena relación con Meloni desde que esta llegó al poder. Y tanto los de Feijoo como la exministra de Igualdad y cabeza de cartel de Podemos, Irene Montero, se hicieron además eco este viernes de una entrevista de Colpisa en la que la candidata socialista, la vicepresidenta Teresa Ribera, evitaba cerrar la puerta por completo a pactos con el grupo al que pertenece la dirigente italiana. «Depende de la aritmética después del 9 de junio. Si las propuestas que hacen son propuestas con arreglo a los valores de más Europa, de respeto a la democracia, a las reglas del juego , pues habremos visto una reincorporación a la normalidad europea», apuntó en la entrevista la también ministra de Transición Ecológica. Este viernes, sin embargo, se mostró crítica con los distingos de Feijoo y lo acusó de cometer el «error» de apuntarse a un «bando perdedor y limitador de derechos». «No hay una ultraderecha buena y una mala sino que la ultraderecha es mala», defendió en Canal Sur.

La extrema derecha está en condiciones de pasar a representar un cuarto del Parlamento Europeo, frente al quinto actual, y, de ir sus representantes unidos, podría ser el mayor grupo político de la Cámara. Pero se encuentran divididos entre los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) —el grupo de euroescépticos «blandos» que engloba al Hermanos de Italia de Meloni, a Vox o al polaco Ley y Justicia— y la agrupación Identidad y Democracia, en la que se encuentran la francesa Marine Le Pen, Alternativa por Alemania o el PVV del holandés Geert Wilders. Fidesz, del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, está entre los no inscritos.

Discurso antiinmigración

Sus posiciones respecto a Rusia o la permanencia en la UE son diversas, pero la mayoría coinciden, por ejemplo, en el discurso antinmigración y en la oposición al matrimonio homosexual. Von der Leyen, con la que Sánchez ha tenido una estrecha relación este mandato pese a pertenecer a la familia popular, se aferra a que Meloni es «claramente proeuropea, ha sido muy firme en su oposición a Putin y está a favor del Estado de derecho» para justificar que, eventualmente, pueda servirse de sus votos para seguir en el cargo.

Sánchez, sin embargo, se esmeró en ser tajante este viernes y, ante el Círculo de Economía, aseguró que su formación no participará de ningún acuerdo con «el Vox europeo». El jefe del Ejecutivo defendió los buenos resultados que ha dado el entendimiento de «las dos grandes familias políticas europeas», el PPE y S&D, y abogó por apoyarse en los liberales, los verdes y, en caso de ser necesario, «otras izquierdas», antes que en el grupo de Meloni. El presidente no criticó a la primera ministra italiana, pero recordó que no son los países los que eligen al presidente de la Comisión sino el Parlamento e insistió en que en ECR hay partidos en las antípodas del suyo, como Vox. «Lo que dijo el líder de la oposición -defendió- es muy grave».