El dolor de un pueblo tras el asesinato de un abuelo a sus nietos: «Decía que se iba a suicidar, pero nunca pensamos que fuera a hacer eso»

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

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En la localidad granadina de Huétor Tájar intentan buscar una explicación al suceso que tenía lugar este lunes. Los vecinos mantienen que el hombre, de 72 años, no había podido superar la muerte de su mujer y su hija en un accidente de tráfico el pasado marzo. Él era el conductor y repetía que había «matado a su hija»

21 may 2024 . Actualizado a las 19:04 h.

La localidad granadina de Huétor Tájar sigue sin dar crédito a lo sucedido este lunes. Un abuelo asesinaba supuestamente a sus nietos, de 10 y 12 años, y después se quitaba la vida tras permanecer atrincherado en su vivienda desde la tarde del domingo. Una trágica historia por partida doble ya que esa familia ya había perdido a dos miembros en un accidente de tráfico el pasado 19 de marzo. La víctima, la madre de los niños y la abuela. Al volante del vehículo iba precisamente el presunto autor de los hechos.

Los vecinos de esta localidad de 10.500 habitantes siguen sin explicarse lo sucedido. «El accidente fue trágico para todo el pueblo», pero lo de este lunes ha sido una «tragedia total», decía Fernando Delgado, alcalde del municipio.

Los compañeros de clase de los menores tenían que recibir ayuda psicológica profesional en las aulas junto a sus profesores. Todo entre crespones negros, desánimo e incomprensión. «Es un golpe muy duro, estamos todos muy afectados. El pueblo se ha quedado sin ilusión», decía una vecina este martes a Atlas. «No encuentro explicación, ni yo misma ni todo el pueblo de Huétor», añade otra.

El padre de los niños, que es administrativo y trabaja en el centro que estudiaba su hijo mayor, de 12 años, permanece hospitalizado y «sedado bajo vigilancia sanitaria» desde que conoció el trágico desenlace. En apenas dos meses ha perdido a su esposa y a sus hijos. «Los compañeros de colegio han estado llorando».

Las fiestas de San Isidro se han suspendido y ahora todos miran atrás y se preguntan si se pudo hacer algo por una familia que ya estaba destrozada. Según los vecinos, el abuelo no podía superar el accidente mortal en el que murieron su mujer y su hija: «Aquel día decía que había matado a su hija».

Según informa Granada Hoy, el anciano «iba todos los días al cementerio» en el que están enterradas su mujer e hija y sus palabras autoinculpándose eran constantes. Y es que él era el conductor del vehículo aquel 19 de marzo, se desvaneció al volante y chocaron contra un muro. Los dos menores, ahora fallecidos, también viajaban en ese coche y uno de ellos sufrió heridas graves.

Otro de los vecinos de la localidad granadina mantenía este martes, en declaraciones de «Vamos a Ver», en Telecinco, que la relación «con sus nietos era buenísima». «De hecho, en la carrera que organizó un instituto de aquí, el abuelo acompañó al nieto con su silla de ruedas, porque tenía aún secuelas del accidente y es una prueba evidente de que había buena relación. Ya lo que pase ahí dentro de la casa…pues nadie sabe».

Los vecinos aseguraba aún así que siempre fue un hombre tranquilo y pacífico. «No bebía, no fumaba, ni se iba de bares... Siempre estaba solo con su mujer y sus nietos», decía otro vecino de la localidad al citado diario. 

«El abuelo, sobre todo después de lo de la mujer, decía que se iba a suicidar, pero no pensabas nunca que fuera a hacer eso con los niños. Si estaba así, tenía que estar más vigilado», explicaban varios padres este lunes a las puertas del colegio del nieto mayor.

Minuto de silencio en Huétor Tájar en memoria de los niños
Minuto de silencio en Huétor Tájar en memoria de los niños AYUNTAMIENTO DE HUÉTOR TÁJAR | EUROPAPRESS

Secreto en la investigación

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Loja ha declarado secreta la investigación por el plazo de un mes.

El Juzgado aún no ha recibido el informe preliminar de la autopsia practicada a los tres cadáveres, la cual revelará previsiblemente la hora exacta de la muerte de los dos niños, de 10 y 12 años, y del anciano, de 72, que estuvo atrincherado prácticamente doce horas junto a los pequeños en su vivienda armado con una escopeta para la que tenía licencia de caza.

Fueron varios vecinos los que alertaron al 112, en torno a las 21.45 horas del domingo, de que se estaban viviendo momentos de tensión en el domicilio entre el abuelo y el padre de los menores, al que el anciano encañonó y acabó abandonando el domicilio quedando allí los niños.

Tras horas de negociaciones, y al ver que los pequeños no salían para ir al colegio, como había dicho el abuelo que ocurriría, la Guardia Civil irrumpió en el domicilio en torno a las 8.25 horas del lunes tras comprobar que no había movimientos en la vivienda.

En ese mismo momento, según detalló el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, el anciano se quitó la vida y los agentes hallaron los cadáveres de los pequeños en dos habitaciones distintas, uno de ellos con herida de arma de fuego. La investigación apunta, a la espera de autopsia, que el otro murió por asfixia, según han precisado a Europa Press fuentes de la investigación.

El Ayuntamiento de Huétor Tájar ha pedido en un breve comunicado que se respete la intimidad de la familia de los fallecidos ante el «despliegue masivo» de los medios de comunicación y ha rogado respeto para «no generar más dolor en esta situación».