El primer ministro de Eslovaquia, fuera de peligro después de ser tiroteado

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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El supuesto autor es un escritor de 71 años que decía rechazar la violencia

16 may 2024 . Actualizado a las 11:30 h.

El primer ministro de Eslovaquia, el populista Robert Fico, se encuentra herido grave, pero fuera de peligro, después de recibir cinco disparos, en lo que el Gobierno describió como un intento de asesinato. El viceprimer ministro, Tomas Taraba, avanzó en torno a la media noche que la operación quirúrgica a la que se sometió el presidente salió bien: «No se encuentra en una situación que ponga en peligro su vida en este momento», dijo Taraba. Según explicó, «una bala le dio en el estómago y la segunda en la articulación; inmediatamente fue trasladado al hospital y luego a la operación».

Los medios locales fueron los primeros en informar del ataque, en la ciudad de Handlová, en el centro de Eslovaquia, donde Fico —un dirigente veterano— había mantenido una reunión con el Consejo de Ministros. Fue después de la rueda de prensa posterior a la reunión, mientras Fico se acercó a saludar a un pequeño grupo de personas, cuando se escucharon cuatro disparos. Uno de ellos alcanzó al primer ministro en el abdomen, según confirmaron fuentes de su partido, Smer, a The Guardian. Poco después, el portal eslovaco Aktuality informó de que otras dos balas le habían dado en el brazo.

A los disparos los siguió el caos y la confusión. Un vídeo del momento que circula por internet muestra a Fico arrastrando los pies mientras sus guardaespaldas lo llevan en volandas hacia un sedán negro. Más hombres uniformados corren alrededor del vehículo, sin tener muy claro adónde ir ni qué hacer, y otro grupo inmoviliza en el suelo a un hombre de camisa clara. Ese hombre, el supuesto tirador, fue identificado por las autoridades como Juraj Cintula, de 71 años, miembro de la Asociación de Escritores Eslovacos y fundador de un grupo literario. Hace ocho años anunció en internet que estaba recogiendo firmas para crear un partido político llamado Movimiento Contra la Violencia. «La violencia es una reacción de la gente, una forma de expresión del descontento con la situación. ¡Podemos mostrarnos insatisfechos, pero no violentos!», escribió entonces. Pero tenía licencia de armas.

Un ataque a la democracia

Fico estaba consciente cuando lo llevaron a un hospital en la misma ciudad del tiroteo, Handlova. Allí lo empezaron a tratar, pero por la gravedad de sus heridas decidieron trasladarlo en helicóptero a un centro de mayor nivel en Banská Bystrica, a 200 kilómetros de Bratislava. Habría tardado demasiado en llegar a la capital y no había tiempo. Los médicos habían conseguido estabilizarlo a última hora de este miércoles.

«Quizá aún no comprendamos plenamente la gravedad de lo que ha ocurrido hoy [por este miércoles]», dijo la presidenta saliente del país, la opositora Zuzana Caputova, que confirmó que el atacante había sido detenido. «El intento de asesinato del primer ministro es ante todo un ataque a un ser humano, pero también es un ataque a la democracia. La violencia es absolutamente inaceptable», añadió.

Casi al mismo tiempo, el presidente electo, Peter Pellegrini —compañero de partido de Fico—, insinuó que la culpa era de la oposición: «Me horroriza saber hasta dónde puede llegar el odio hacia otra opinión política». Pellegrini, que ganó las elecciones de abril bajo el paraguas de la coalición Voz Socialdemócrata (alianza entre el ultraderechista Smer, de Fico, y el Partido Nacional Eslovaco), también comentó que «hay muchas formas de expresar desacuerdo democráticamente».

«Esto es vuestra culpa»

El vicepresidente del Parlamento, Lubos Blaha, también de Smer y uno de los hombres más cercanos a Fico, fue incluso más allá. «Esto es vuestra culpa», espetó a los diputados opositores, que respondieron con gritos y abucheos. La oposición había convocado para el miércoles una serie de manifestaciones para protestar contra el cierre de la radiotelevisión pública y la pérdida de libertades en el país. Sin embargo, una vez conocida la noticia optó por suspender las protestas.

Eslovaquia ha experimentado varios incidentes de violencia grave en los últimos años. En el 2022, dos personas murieron en un tiroteo frente a un local LGTBI en Bratislava. Cuatro años antes, en el 2018, el periodista de investigación Jan Kuciak y su prometida, Martina Kusnírova, también fueron asesinados a tiros en su casa.

El primer ministro eslovaco Robert Fico
El primer ministro eslovaco Robert Fico DPA vía Europa Press | EUROPA PRESS

El primer ministro nacionalista y prorruso que polarizó Eslovaquia

Fico es la figura política más influyente en Eslovaquia en las últimas dos décadas, en las que ha sido jefe de Gobierno más de diez años en tres ocasiones distintas. Comenzó su andadura política en el Partido Comunista Checoslovaco (KSC) a partir de 1986 y la prosiguió en la Izquierda Democrática (SDL) de los comunistas reformados. Fundó el partido Smer (Dirección, en eslovaco) en 1999 y esta fuerza se convirtió en la principal alternativa al programa reformista, de corte liberal, de las coaliciones de centroderecha que gobernaron el país entre 1998 y el 2006, y luego entre el 2010 y el 2012. 

El líder de la formación de izquierdas Smer, suspendida por los Socialistas Europeos por formar una coalición con la ultraderecha, regresó al poder el pasado octubre con un discurso nacionalista, prorruso y contra la inmigración que se asemeja al del líder húngaro Viktor Orbán, un político al que admira. Sus posiciones socialdemócratas iniciales han cambiado mucho desde que se vio obligado a dimitir en el 2018 tras el asesinato del periodista Jan Kuciak, que investigaba vínculos del crimen organizado con el poder político.

Durante la pandemia, ya en la oposición, atacó las restricciones impuestas por el Gobierno, puso en duda el efecto de las vacunas y ha girado cada vez más hacia posturas ultranacionalistas, antiinmigrantes y contra la UE.

Fico, de 59 años, que gobierna desde el pasado octubre y estuvo en otras dos ocasiones en el poder, es una figura muy controvertida en Eslovaquia. Desde su vuelta al poder sus polémicas reformas, como la clausura de la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba casos vinculados con su partido, y su intención de cerrar la actual radio televisión pública, han generado protestas multitudinarias. 

El Parlamento tramita también una ley sobre las oenegés -para que revelen si reciben financiación extranjera- que la oposición compara con normas similares existentes en Rusia y Hungría. Las controvertidas medidas de Fico son vistas por la oposición como un intento de consolidar su poder, limitar la independencia judicial y restringir la libertad de prensa. Su estilo agresivo ha causado en los últimos años, según los analistas, un declive en la confianza pública en las instituciones y ha exacerbado la polarización dentro de la sociedad.

La presidenta saliente, Zuzana Caputova, a la que Fico ha insultado y definido repetidamente como «agente estadounidense», dijo que no se presentó a la reelección -pese a su gran popularidad- porque no soportaba otros cinco años en el cargo debido a las amenazas de muerte que ha recibido ella y su familia. 

El veterano político supo explotar en la oposición el descontento generado entre las clases más desfavorecidas y en el ambiente rural por la inflación, la caída del poder adquisitivo y la gestión errática de la pandemia de la anterior coalición de centro derecha. Fico se opone a las cuotas de reparto solidario de refugiados en la Unión Europea que propone Bruselas, ha dejado de prestar ayuda militar a Kiev y ha criticado las sanciones contra Rusia tras invadir Ucrania.

Sus posturas y su retórica hacen que «parezca una copia de Viktor Orbán», dijo en declaraciones a Efe el analista Roman Joch, presidente del Civic Institute en Praga, en referencia al primer ministro ultranacionalista de Hungría.