Junts y ERC apelan al independentista desencantado en su pugna con el PSC

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

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El cabeza de lista de Junts al 12M, Carles Puigdemont, en un mitin en Argelés, Francia
El cabeza de lista de Junts al 12M, Carles Puigdemont, en un mitin en Argelés, Francia JUNTS | EUROPAPRESS

Con un 39,7 % de indecisos, los expertos detectan un abstencionismo militante

08 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Es posible que a cuatro días de unos comicios el 40 % de los electores no sepa a quién votará? ¿Ni siquiera si lo va a hacer? Cuesta creerlo, pero así es. Lo dice el CIS. Exactamente, el 39,7 % de los catalanes aún no han decidido qué papeleta depositarán en las urnas este domingo, frente al 56 % que sí lo tiene claro. Esa bolsa de indecisos no es transversal; se concentra sobre todo en el voto independentista y tiene un nombre, se llama procesista desengañado. «Lo que detectan las encuestas no es una abstención en abstracto; es la existencia de un abstencionismo militante, desmotivado, que no vota en señal de castigo tras años de luchas cainitas entre unos y otros», señala David Madí, exjefe de gabinete de Artur Mas y hoy consultor y tertuliano.

El más perjudicado es, a priori, Pere Aragonès, el candidato de Esquerra, obligado a gobernar año y medio en solitario tras el portazo de Junts a su Ejecutivo. Los republicanos, a la baja en todas las encuestas, ya sufrieron un severo descalabro en las generales y municipales del año pasado. En cambio, el electorado de la antigua Convergència aparece más movilizado que nunca, gracias al órdago de Carles Puigdemont en forma de promesa de regresar a Cataluña en el debate de investidura, aprovechando la ley de amnistía.

De aquí que el expresidente de la Generalitat llame a los suyos a movilizarse «para que ningún voto se quede en casa porque Junts es la única opción independentista que puede ganar». Puigdemont lo repite machaconamente. «Estos días que quedan hasta que cierren los colegios electorales tenemos que ir a buscar a los que no saben qué votar y sobre todo a los que han decidido no ir a votar. Tenemos tiempo hasta el domingo», les arengó desde Argelers. Y volvió a preguntar a Aragonès si piensa hacer presidente al socialista Salvador Illa, «yo no lo haré».

Mientras, el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, cargó contra Illa por pedir «concentrar» el voto de izquierdas en el PSC. «Tiene poco sentido porque el PSC muy a menudo ha demostrado que no es de izquierdas o no es muy catalanista», afirmó, «manifestándose junto a PP y Vox en contra de la democracia y en contra del referendo, y a favor del encarcelamiento de personas inocentes».

Una piedra en el camino

Al margen de la abstención, otra derivada del desencanto en el que parece sumido una parte del independentismo, es la entrada más que probable de la ultraderecha de Sílvia Orriols, Aliança Catalana, en el Parlamento. De concretarse lo que predicen las encuestas, la mayor fragmentación del voto procesista supondría una piedra más en el camino de la gobernabilidad en Cataluña, dado el rechazo frontal de ERC y la CUP a negociar nada con la formación xenófoba de Ripoll.

Según el sondeo del CIS, difundido el lunes, el 22 % de los catalanes decidirá su voto en los últimos días de la campaña; el 6,9 %, en la jornada de reflexión; y otro 9 % lo hará de camino al colegio electoral, el mismo domingo. A la hora de votar, un 59 % le da más importancia al partido que al candidato. Entre estos, Salvador Illa es el más valorado, con un 5,4 sobre 10; seguido de Pere Aragonès, con un 4,7; y Carles Puigdemont, con un 3,8. Uno de cada cuatro cree que Illa es el más preparado para gobernar, seguido de Puigdemont y Aragonès. En este último solo confían uno de cada diez votantes.