Los primeros minutos de «El caso Asunta»: así presentaron Rosario Porto y Alfonso Basterra a su hija en sociedad
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Asunta fue la primera niña china adoptada en Galicia, así que la historia de la familia Basterra Porto se convirtió en un caso de enorme interés. La tarde de Reyes del año 2005, los tres participaban en un reportaje de La Voz de Galicia
28 abr 2024 . Actualizado a las 13:37 h.Música tranquila y una pequeña Asunta en la ficción que da saltos por el empedrado del casco antiguo. Así, como una historia feliz, empieza la serie de Netflix El caso Asunta. «Ni obra de caridad, ni moda. Para una obra de caridad te escribes en una ONG y, el día que decides dejarlo, te das de baja y punto... pero esto no... sabes que es toda la vida. Es lo mismo que una maternidad o una paternidad biológica». Esa es la explicación que da en la ficción Candela Peña en la piel de Rosario Porto. Una secuencia que ficciona de forma fiel un vídeo real. Un reportaje de la TVG en la que los padres de Asunta conceden una entrevista en la que hablan de la adopción de la niña. Una adopción que suscita interés porque Asunta fue la primera niña adoptada en Galicia.
Sonrientes, padres e hija, disfrutan del día por Compostela. Una pareja sonriente que había conseguido su gran meta: ser padres. «Yo creo que es un compromiso enorme que adquieres cuando te traes a un niño o a una niña», decía en la realidad Rosario Porto.
Asunta había llegado a Santiago cuando solo tenía nueve meses. Sus padres consiguieron pasar todos los trámites y conseguir la adopción internacional en solo un año. «Fue aterrizar y ponerse a llorar. No se podía acercar nadie que no fuésemos Charo o yo», decía entonces Alfonso Basterra.
Años antes de este reportaje, Asunta y sus padres ya habían salido en la prensa. Rosario Porto era una habitual de los medios como cónsul honoraria de Francia. En el año 2001 le contaba a La Voz de Galicia cómo había sido heredar ese cargo de su padre. Cuatro años después, el 6 de enero del 2005, los tres aparecían en una preciosa foto como testimonio sobre casos de adopciones internacionales. La pequeña Asunta tenía en ese reportaje solo cinco años.
«Al principio le sorprendían los sonidos, las caras, pero nada más», decía Porto en el texto que firmaba Elisa Álvarez, que defendía además que el gasto de los trámites de adopción no suponían una cifra desorbitada. Entre ellos estaba una donación de 3.000 dólares a los orfanatos chinos. «Un coche ya cuesta más», decía la abogada. (Consulta aquí la página completa)
La familia contaba su historia en un día especial ya que iban a asistir a la cabalgata de los Reyes Magos. Apuntaban a que, por el momento, se plantaban con una hija y que había sido el caso de una pareja catalana el que les había dado el impulso de adoptar tan lejos de nuestras fronteras, algo entonces tan poco habitual. «No se animan a darle un hermanito, con lo que seguirá siendo la reina de la casa», termina el texto.