Aragonès adelanta al 12 de mayo las elecciones en Cataluña tras el fracaso de los presupuestos
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El presidente catalán no logró sacar adelante las cuentas anuales, que solo contaron con el respaldo de ERC y el PSC
13 mar 2024 . Actualizado a las 19:39 h.El Ejecutivo catalán está agotado. Tras los continuos choques con Junts y los Comunes que derivaron en el fracaso de los Presupuestos de la Generalitat del 2024, el presidente catalán, Pere Aragonès, decidió este miércoles adelantar las elecciones catalanas al próximo 12 de mayo ante la «irresponsabilidad» de sus dos potenciales socios convertidos en rivales por no apoyar su propuesta de cuentas. Se consuma así el divorcio autonómico iniciado en el 2022, cuando los posconvergentes abandonaron el Ejecutivo, y que ahora tratarán de comerle la tostada electoral a ERC aprovechando el tirón de sus negociaciones en Madrid con el presidente del Gobierno.
«Mi objetivo era acabar la legislatura, pero los vetos cruzados de grupos políticos del Parlament impiden tener las condiciones para hacerlo posible. Cataluña se merecía una legislatura entera, la ciudadanía del país la merecía, y también merecía los mejores presupuestos posibles, pero ahora no es momento de lamentaciones sino de mirar hacia adelante», aseguró Aragonès, que fija los comicios en el tramo final de la tramitación de la ley de amnistía, que llegaría a término tras las enmiendas del PP en el Senado a finales de ese mes.
Los distintos partidos empezaron a pronunciarse al respecto tan pronto como se conoció la noticia. Salvador Illa, posible candidato socialista para esos comicios, alegó que «el PSC está preparado y yo estoy preparado. Cuanto antes voten los catalanes para tener un Gobierno fuerte, pasar página, avanzar y prosperar, mejor». Está por ver los candidatos que determinarán ERC y Junts después de las rencillas autonómicas y el empuje de los de Puigdemont en Madrid.
De hecho, y aunque sea imposible porque la amnistía no llegaría a tiempo, el secretario general de los posconvergentes, Jordi Turull, dio por hecho este miércoles que será el expresidente del 1-O quien se presente. «Iremos a por todas», dijo en una rueda de prensa posterior al debate de Presupuestos.
Las «líneas rojas» de Junts
Los Presupuestos fueron la tumba de Aragonès. Albert Batet, presidente de la formación de Carles Puigdemont en el Congreso, avisó en el debate de que la consejera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, solo se reunió con Junts una vez para negociar las cuentas del año. Y por la falta de acuerdo, avisó: «O hay una propuesta sólida de presupuestos o le toca convocar elecciones». Dicho y hecho. Acto seguido, le presentó a Aragonès una carpeta con medidas «insalvables» que no se pueden quedar en el tintero: deflactar el IRPF en todos los tramos un 5 %, bonificar el impuesto de sucesiones, la obligatoriedad del catalán para el personal sanitario y otras medidas en materia de educación con enfoque inclusivo por si quería prorrogar o renegociar las cuentas.
Y reprochó además que pactaran con el PSC para salvar los Presupuestos Generales del Estado porque, en su opinión, «hipoteca la capacidad negociadora» de las fuerzas independentistas, que debían comprometerse en Madrid a hacer frente común. Una sola diputada no adscrita pero excomponente de Junts, Cristina Casol, sí dio el visto bueno a los Presupuestos catalanes «Este presupuesto es, en definitiva, un paso adelante personal y temporal a favor de los ciudadanos, y como diputada en el Parlament es mi deber defenderlo», aseguró en su intervención.
Falta de apoyo de los comunes
En el debate se esperaba que el PP, Ciudadanos, Vox, Junts y la CUP se opusieran al plan anual del Gobierno de Aragonès, como finalmente resultó. Sin embargo, la puerta de los Comunes seguía entornada y el Ejecutivo autonómico esperaba alcanzar un acuerdo con ellos que, finalmente, no se produjo. Los de Ada Colau insistieron en que la línea roja debía ser paralizar la iniciativa de Hard Rock Café de elaborar un megacomplejo hostelero porque, según consideran, se estaría promoviendo el juego, algo que los comunes se marcaron como una línea roja innegociable.
Su líder en el Parlamento, Jéssica Albiach, argumentó que si «se compra la agenda desarrollista de la derecha», el proyecto presupuestario de ERC volverá a caer en saco roto. Remarcó que su partido ha sido clave a la hora de aprobar presupuestos desde el 2017 y que, ahora, se sienten más atacados que buscados para negociar. «Es la demostración de su manera de negociar, presionando, amenazando y haciendo chantajes», alegó en su intervención en el debate.
Natàlia Mas, en defensa del Ejecutivo, aseguró que si las cuentas del año no han sido aprobadas es porque precisamente tanto Junts como los Comunes «líneas rojas y condiciones absolutamente imposibles de asumir». Culpó a los de Puigdemont de no «poner a Cataluña en el centro» y a los de Colau de negarse a aprobar estos presupuestos cuando «no se incluye un euro» para el proyecto del Hard Rock. Un proyecto que, como recordó, sí aparecieron en los del 2022 y a los que les dieron apoyo.
Calendario complicado
Con la convocatoria de las que serán los terceros comicios regionales del año después de los gallegos y los vascos de abril, se abre un calendario complicado. La campaña se iniciaría 16 días antes de la cita con las urnas, así que tendría lugar del 26 de abril al 10 de mayo para dejar como jornada de reflexión el día 11 y acudir a votar el 12. La complicación del calendario viene dada porque las elecciones europeas serán el próximo 9 de junio, dejando poco margen para planificar estos comicios. Si la amnistía llegara a culminar, Puigdemont sí podría presentarse a estos comicios.
En lo que respecta a la legislatura del Gobierno central, las primeras reacciones fueron de calma pese al aprieto en el que realmente se ven inmersos el PSOE y ERC para definir y aprobar las cuentas de Pedro Sánchez. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, afirmó este miércoles, que no teme «en absoluto» por la legislatura de su Gobierno tras el adelanto electoral anunciado en Cataluña.
Ribera puso en valor que, desde que comenzó la legislatura, el Gobierno «ha sacado adelante iniciativas muy importantes que benefician a la convivencia en Cataluña». «Hay una relación fluida con los distintos actores, atendiendo a las distintas sensibilidades y programas de gobierno de cada uno de los dos espacios, y la relación con ERC en el Congreso de los Diputados y el territorio es fluida», citó.
El proyecto de Hard Rock que sirvió de lápida para la legislatura de Aragonès
Madrid / La Voz
Impedir avances en el macrocomplejo de ocio que Hard Rock Entertainment World prevé levantar entre Vila-seca y Salou (Tarragona) era la exigencia que En Comú Podem planteó al Gobierno de Pere Aragonès para no tumbar los presupuestos de la Generalitat para este año, ya acordados de antemano con el PSC.
El proyecto nació en el 2012 como alternativa al Eurovegas que fracasó en Madrid. El Govern anunció que impulsaría un macrocomplejo de ocio y turismo con seis casinos y otros tantos hoteles de la mano del grupo inversor Veremonte, de Enrique Bañuelos. En 2014, tras un acuerdo entre el presidente Artur Mas y el entonces líder del PSC Pere Navarro, el Parlament redujo la carga fiscal a los casinos al 10 %. La fecha de apertura prevista del proyecto, bautizado BCN World, era 2016, según Efe.
En el 2018, la Generalitat otorgó al grupo Hard Rock la autorización para la instalación y explotación de un terreno para su proyecto, que esta vez se promocionó con hoteles, un casino, espacios para entretenimiento y espectáculos, así como una avenida comercial con tiendas, todo ello tras una inversión inicial de unos 700 millones que podría alcanzar los 2.000 millones, aunque sigue en el aire.