Sánchez evita refrendar a Ábalos y avisa que «el que la hace, la paga, caiga quien caiga»

La Voz REDACCIÓN

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El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, interviene en la inauguración del Consejo de la Internacional Socialista, que él preside, este sábado en la sede de Ferraz.
El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, interviene en la inauguración del Consejo de la Internacional Socialista, que él preside, este sábado en la sede de Ferraz. Cedida | EFE

El exministro asegura que nadie ha pedido su dimisión, «solo el PP», y rechaza entregar el acta de diputado por ahora

25 feb 2024 . Actualizado a las 22:02 h.

La intención del PSOE de circunscribir el alcance del caso Koldo al entorno del exministro José Luis Ábalos no ha encontrado la respuesta esperada en el que fuera número dos de Pedro Sánchez en el partido. Si el viernes fueron María Jesús Montero y Margarita Robles las que abrieron la puerta de salida al valenciano, este sábado le tocó el turno al propio Sánchez. El presidente del Gobierno no oculta su incomodidad, como se pudo comprobar en Rabat al saltar la noticia, pero tampoco cita por su nombre al que fuera uno de sus peones de confianza. Este sábado, en una cita con la Internacional Socialista en Madrid, lanzó un contundente «el que la hace la paga, caiga quien caiga» que sonó a reproche por la corrupción aflorada en las últimas horas.

Poco antes, en El País, Ábalos había dejado claro que «nadie del partido me ha pedido el acta. Pensaré la dimisión con mi partido, no porque me lo pida el PP. No estoy acusado de nada», dijo rebajando las sospechas a una cuestión «política y mediática».

«A mí las cosas se me dicen claritas. Yo estoy siempre a disposición de mi partido. Yo siempre he defendido a mi partido, he sido leal. Pero no estoy en nada en este caso. Ya veremos cómo acaba esto. No voy a tomar una decisión solo», insistió Ábalos.

Los críticos alertan

El caso Koldo, informa Lourdes Pérez, de Colpisa, ha producido el impacto entre los socialistas de una ola de altura en un mar ya embravecido. Las voces críticas de cargos con peso en el PSOE sobre el devenir de la legislatura, con la amnistía pendiendo de Junts y tras el descalabro en Galicia, están reducidas al de siempre —Emiliano Garcia-Page— y a una medida apelación a «reflexionar» del líder en Madrid, Juan Lobato. Pero aunque quienes disienten sotto voce del modo en que gobierna Pedro Sánchez están fuera de los órganos de decisión y admiten su «resignación» ante la ausencia de contestación intramuros, la borrasca late en las filas socialistas: «El PSOE puede irse al abismo», advierte una fuente hoy muy distante de la línea oficial.

«Se está produciendo una descomposición del proyecto del país para el que el partido ha sido instrumento histórico». Con la divergencia «aplastada» en la actual dirigencia del PSOE, los disidentes advierten del riesgo de minimizar el 18F porque la pérdida de poder territorial no solo hace que los socialistas ya no puedan reivindicarse «como el partido que más se parece a España»; también acreditaría la paulatina renuncia a ser una fuerza «de mayorías», atada hoy a pactos envenenados con el independentismo. Si no hay un revulsivo, «caeremos en una crisis de identidad», censura quien fuera aval de Sánchez, el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza, de los contados que hoy alzan la voz.

El PP ve al presidente rehén de Puigdemont y del caso Koldo

El vicesecretario de coordinación autonómica y local y análisis electoral del PP, Elías Bendodo, declaró que los protagonistas de los primeros 100 días de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno son el «chantaje» de Carles Puigdemont y la «corrupción» por el que denominó «caso Ábalos», que «está indignando y avergonzando al conjunto de los españoles». Bendodo indicó que el presidente del Gobierno tiene que dar explicaciones sobre este caso sobre supuesto cobro de comisiones ilegales por la compra de mascarillas para administraciones públicas, ya que, ha señalado, «los tres cerebros que llevaron a Sánchez a ganar las primarias son los líderes de esta trama, que tiene un gran jefe, que es el presidente del Gobierno».

La sospecha salpica a Cerdán, el nuevo favorito del líder

Las dos caras más mediáticas de la trama que presuntamente se enriqueció con la venta de mascarillas con sobrecoste a diversos organismos gestionados por el PSOE son el exministro José Luis Ábalos y Santos Cerdán, que era su segundo como secretario de organización, cargo que acabó ocupando tras defenestrar Pedro Sánchez al valenciano en julio del 2021. Por eso, aunque la ofensiva de la oposición se centra en Ábalos, en las tripas de Ferraz la preocupación se centra en el posible rol de Cerdán.

El ahora número 3 del PSOE fue el que avaló la escalada de Koldo García. Todos coinciden en que fue él quien se lo recomendó a Ábalos y el que lo promocionó, a él y a su mujer, desde la militancia en Huarte, un pequeño pueblo en el que Koldo, sin estudios, llegó a ser concejal de Industria.

Santos Cerdán y Koldo crecieron juntos dentro del PSOE de la mano de Ábalos. Por su apoyo incondicional a Sánchez en las primarias que le devolvieron el control del partido, todos ellos se vieron recompensados con diversos puestos y fueron colmados de elogios, como se puede ver en el libro Manual de resiliencia, que Irene Lozano editó con los pensamientos del presidente del Gobierno.

Pero Cerdán es ahora una pieza imprescindible para Sánchez. Al navarro le ha encomendado la interlocución directa con Carles Puigdemont. Él fue el encargado de arrancar la firma del prófugo en Waterloo para garantizar la investidura del líder del PSOE. Y a él le toca negociar casi a diario con el propio Puigdemont, con Jordi Turull y Míriam Nogueras para certificar su continuidad en el bloque que respalda a Sánchez.

Por eso, las dudas sobre su relación presente y pasada con Koldo García no hacen más que aumentar la inquietud de los socialistas, toda vez que Sánchez no quiere prescindir del único socialista con hilo directo con Carles Puigdemont en Waterloo.