Los hutíes declaran la guerra a EE.UU. y al Reino Unido en el mar Rojo
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12 ene 2024 . Actualizado a las 21:50 h.Los rebeldes hutíes de Yemen declararon ayer una «guerra abierta» a Estados Unidos y al Reino Unido, después de que bombardeasen varias posiciones rebeldes en tierra firme. La tensión en el mar Rojo —una zona crucial para el comercio mundial— es cada vez mayor, y crece el temor a la expansión del conflicto de Oriente Medio.
Con el apoyo logístico de Australia, Canadá, los Países Bajos y Baréin, la acción fue una respuesta a las agresiones contra buques mercantes que los milicianos yemeníes han llevado a cabo durante meses, como muestra de apoyo a Hamás y su guerra contra Israel en la Franja de Gaza.
A las dos y media de la madrugada (dos horas antes en España), los misiles empezaron a caer. Impactaron contra aeropuertos, bases militares, almacenes de armas... Y las explosiones resonaron en el corazón de los yemeníes, después de años de bombardeos árabes. «Hemos estado viviendo en tensión, temor y horror durante casi una década», dijo un periodista local a The New York Times.
«Imprudencia histórica»
Los rebeldes respondieron con una andanada de misiles contra los barcos británicos y estadounidenses. Yahya Sarea, un portavoz militar hutí, aseguró que el país fue golpeado por 73 proyectiles, que mataron a cinco combatientes e hirieron a otros seis. «Esta agresión ha sido la mayor imprudencia de su historia», sostuvo otro portavoz, Mohamed Abdul Salam, que acogió alegremente la posibilidad de un conflicto con Washington. Salam prometió que una respuesta llegará pronto, y que la ofensiva contra «barcos israelíes y aquellos que se dirijan a Israel» se intensificará.
«Todos los intereses estadounidenses y británicos son objetivos legítimos», anunció el comité político de la milicia, antes de disparar un nuevo misil contra otro buque mercante (impactó en el agua). En las calles de Sana, la capital yemení, decenas de miles de partidarios de los rebeldes se lanzaron a las calles al grito de «no tenemos miedo».
Desde EE.UU., el presidente Joe Biden habló sin tapujos: «Los ataques se han lanzado bajo mi dirección». Explicó que los objetivos fueron instalaciones que los hutíes usan para «poner en peligro la libertad de navegación», y advirtió sobre posibles acciones adicionales. Rishi Sunak, el primer ministro británico, definió la ofensiva como «necesaria, proporcionada y en defensa propia».
También justificó los ataques el Gobierno internacionalmente reconocido de Yemen, y responsabilizó a los rebeldes de «arrastrar al país a un enfrentamiento militar». Los acusó de depender de las órdenes de Irán y servir a sus proyectos a expensas de los intereses del pueblo yemení.
En Oriente Medio, en cambio, fueron muchos los que condenaron los bombardeos, e insistieron en que para frenar la escalada debe terminar la guerra en Gaza. Así lo comunicaron Jordania, Omán, Kuwait, Irak y Arabia Saudí. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Biden y Sunak de querer convertir el mar Rojo en un «mar de sangre» con una ofensiva «desproporcionada».
Rusia pidió una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, y España avanzó que no participará en ninguna operación de la UE en la región. Lo anunció la ministra de Defensa, Margarita Robles, a raíz de la propuesta comunitaria de crear una nueva misión de vigilancia aparte de la que Washington capitanea.
Desde el ojo del huracán, Hamás condenó «enérgicamente la flagrante agresión a la soberanía yemení», e hizo responsables a EE.UU. y el Reino Unido por las repercusiones que pueda haber en la seguridad de la región.
La milicia de disidentes del islam forjada en la guerra civil de Yemen
Los hutíes, liderados por Abdul Malik al Huthi, son un grupo de rebeldes chiíes respaldado por Irán que ha estado luchando contra el Gobierno de Yemen durante aproximadamente dos décadas. Actualmente, controlan el noroeste del país y su capital, Sana.
A lo largo de los años, han construido una ideología basada en la oposición a Israel y EE.UU., y se han posicionado poco a poco sobre el eje de resistencia liderado por Irán, junto a Hamás en la Franja de Gaza y Hezbolá en el Líbano. Los líderes hutíes, de hecho, relacionan las bombas estadounidenses que golpean a sus fuerzas en Yemen con las armas enviadas a Israel.
Guerra civil
En el 2014, una coalición liderada por Arabia Saudí intentó restaurar el Gobierno legítimo del país —después de que los rebeldes tomasen Sana—, e inició una guerra civil que acabó con miles de vidas. El primer rayo de esperanza asomó el pasado abril, cuando ambas partes abrieron la puerta a un posible acuerdo de paz, con el que los árabes reconocerían el derecho hutí a gobernar el norte de Yemen.
Aunque inicialmente eran un grupo no muy bien organizado, en los últimos años han reforzado su arsenal —según varios analistas, gracias al apoyo de Irán—. Ahora cuentan con misiles balísticos, de crucero, y drones de largo alcance.