EE.UU. y el Reino Unido logran repeler el mayor ataque de los hutíes en el mar Rojo

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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El buque militar británico HMS Diamond, ayer disparando en el mar Rojo.
El buque militar británico HMS Diamond, ayer disparando en el mar Rojo. UK MINISTRY OF DEFENCE | REUTERS

Después de interceptar 18 drones y tres misiles, no hubo heridos ni daños

11 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El esfuerzo de los hutíes de Yemen para «perturbar el comercio global» es cada vez mayor, afirmaron ayer Estados Unidos y el Reino Unido. Durante la noche del martes al miércoles, militares de ambos países interceptaron el mayor ataque desde que las milicias empezaron su ofensiva en el mar Rojo: consiguieron repeler 18 drones y tres misiles. No hubo heridos ni daños.

El ministro de Defensa británico, Grant Shapps, comentó que los aliados occidentales y Arabia Saudí coinciden en que los ataques en la zona «no pueden continuar», y no descartó apuntar a objetivos en tierra. «Vigilen este espacio», advirtió.

Poco después, un portavoz militar hutí, Yahya Sarea, comunicó que las fuerzas del grupo habían utilizado «una gran cantidad» de misiles y drones para atacar un barco estadounidense «que estaba ofreciendo apoyo a la entidad sionista». No quedó claro si se estaba refiriendo al ataque del martes.

Sarea comentó que sus acciones fueron en respuesta a un asalto de la Armada de EE.UU. que, hace diez días, hundió tres barcos hutíes y mató a sus tripulantes. Según los estadounidenses, los barcos habían disparado contra sus helicópteros, que iban a ayudar a un carguero.

Reunión entre Blinken y Abás

En la Franja de Gaza, el Ejército israelí atacó más de 150 objetivos en 24 horas, y los muertos ya son más de 23.300.

Mientras tanto, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, sigue intentando rebajar tensiones en su gira por Oriente Medio. Ayer se reunió con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, en Ramala, y escuchó sus advertencias sobre el peligro del desplazamiento forzoso de la población. «Los israelíes buscan echar al pueblo palestino de su tierra. No lo permitiremos», aseveró el presidente.

Abás se reunió, horas más tarde, con el rey de Jordania y el presidente egipcio. Los tres pidieron más presión para exigir a Israel que ponga fin a su agresión contra Gaza y sus civiles.

Israel se sienta al banquillo bajo acusación de genocidio

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) escuchará el jueves los razonamientos de Sudáfrica para respaldar su petición de medidas cautelares contra Israel, a quien acusa de violar la Convención contra el Genocidio con los bombardeos en curso sobre civiles palestinos en la Franja de Gaza. Tel Aviv tilda el caso de «atroz y absurdo».

El viernes será el turno de palabra de Israel, en un procedimiento que cuenta con numerosos apoyos, incluidos el de Jordania, Turquía, Bolivia, o la Organización para la Cooperación Islámica, pero también el rechazo de otros, como el saliente Gobierno de Guatemala o el de Estados Unidos.

Las audiencias de esta semana no entrarán aún en el fondo del caso, y solo se centrarán en la necesidad de las medidas cautelares solicitadas por Sudáfrica para «proteger los derechos del pueblo palestino contra daños mayores, graves e irreparables» durante la ofensiva, y para «garantizar el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones bajo la Convención» contra el Genocidio, el tratado en disputa ante la CIJ, máximo tribunal de las Naciones Unidas.