Varios humoristas destapan la hipocresía de Pablo Motos: «"El Hormiguero" te hace una llamadita cuando haces un chiste sobre él»
ACTUALIDAD
El presentador del programa de Antena 3 criticó que los cómicos no pueden bromear sobre nada en la actualidad, y varios profesionales del humor le recuerdan las advertencias que les hizo su propio programa cuando hicieron chistes sobre él
27 nov 2023 . Actualizado a las 18:59 h.La visita el pasado miércoles de Alfonso Guerra a El Hormiguero ha tenido unas consecuencias inesperadas a priori para el programa en general y, en concreto, para su presentador Pablo Motos. El que fuera vicepresidente del Gobierno español con Felipe González se despachó a gusto contra Pedro Sánchez y sus pactos de investidura, pero, curiosamente, lo más comentado, y polémico, de su entrevista fue el momento en el que Guerra criticaba los supuestos «límites del humor» de la actualidad. «Me dan pena los humoristas, porque ya no pueden hacer chistes de homosexuales o de enanos», dijo, y el presentador de El Hormiguero fue rápido en darle la razón: «Ahora, cuando un humorista hace un espectáculo está más tiempo diciendo sobre lo que no se puede hablar que sobre lo que sí», apuntó Pablo Motos, como sacando de sus entrañas un pensamiento que llevaba tiempo guardado dentro de sí.
Lo que no imaginaba era la reacción instantánea de, precisamente, muchos humoristas españoles, que no tardaron en destapar la hipocresía del presentador con respecto a imponer límites al humor. Explicaron todos ellos que, cada vez que hicieron una broma o un chiste sobre El Hormiguero o sobre Pablo Motos, poco tiempo después recibieron una «llamadita» de los responsables del programa. «Pablo está muy enfadado. No vais a trabajar en televisión en toda vuestra vida», cuenta el humorista Kike García, fundador del medio satírico El Mundo Today, que le dijeron los miembros del equipo de Motos. «Fue un festival de amenazas bastante disfrutón», califica.
Uno de los más rotundos en criticar el «cinismo» del conductor del programa de televisión fue el humorista y streamer Facu Díaz. «Pablo Motos es un tipo con muchísimo poder en la industria a efectos promocionales; la peña tiene que ir sí o sí a su programa por contrato a promocionar sus movidas», contó durante una de sus retransmisiones, «y eso hace que mucha gente se corte mucho a la hora de hacer coñas con él, porque luego pide cuentas y hace llamadas».
«Manda a gente e la productora a llamar por teléfono a cómicos que incluyen en sus shows comentarios burlescos sobre El Hormiguero para decirles: “oye, a la gente no le gusta ese chiste que haces de Pablo Motos», siguió explicando, visiblemente molesto, Facu Díaz, que se muestra especialmente enfadado por el hecho de que luego sea el propio Pablo Motos quien habla sobre los límites del humor actuales. «Pablo Motos tiene los huevazos gigantes de decir que no se puede hablar de nada mientras llama a cómicos para decirles que quiten chistes de sus shows que tienen que ver con él», critica el streamer, que considera hipócrita el comportamiento del presentador: «Haz lo que quieras, pero no vengas dando lecciones, y no me digas, Pablo Motos, que hay una generación de cristal, cuando se hacen chistes sobre tu altura y se hace un circo de locos», comenta, sin entrar en los casos concretos: «Si doy más detalles exploto, y aquí se lía».
Humoristas y columnistas
El caso que cuenta Facu Díaz, en realidad, parece ser el pan nuestro de cada día para quienes deciden burlarse del programa de Pablo Motos. Álvaro Terán, humorista gráfico de El Jueves, compartió su experiencia personal con el tema, después de sacar en la revista satírica unas viñetas mofándose del espacio televisivo de Antena 3. Poco después, los miembros del programa se pusieron en contacto con él para pedirle explicaciones. «Hablé con el que me gusta llamar “Camorras”, la tercera hormiga del programa», explica con su característica retranca, «y me empieza a hablar, en tono paternalista, de que la página no ha gustado en el programa», antes de «hacer un repaso viñeta a viñeta de lo que no les ha parecido correcto».
La conversación, que explica al detalle en un hilo en Twitter, fue tensa. Pero el propio Terán no tiene claro qué es lo que buscaban con eso. «¿Una amenaza pasivo-agresiva? ¿Un aviso antes de una denuncia? ¿Una bronca paternalista? ¿O querían darme a entender que El Hormiguero estaba vigilando?», reflexiona.
Un compañero suyo, Raúl Salazar, vivió algo parecido. «A mí mismo me llamó de buen rollo un lacayo de Pablo Motos por unas viñetas, y no he sido el único colaborador de El Jueves al que le ha pasado», comenta, adjuntando una prueba gráfica del mensaje que le enviaron a través de Instagram.
Otro conocido artista gráfico, Mauro Entrialgo, también da fe de estas llamadas de advertencia: «Contando solo humoristas que conozco personalmente, hasta el momento sé de cinco que recibieron llamaditas de la censura regre de los esbirros de El Hormiguero».
Y no solo humoristas. También escritores o columnistas, como Jimina Sabadú, que confirmó a través de Twitter que estuvo «tres horas al teléfono porque Pablo estaba muy dolido» con una columna en la que criticó un discurso del presentador de El Hormiguero. «Y yo tratando de explicarle que si a mi me ponen mal una novela me aguanto y no llamo a pedir explicaciones», considera.
Rayden ya había advertido de ello hace meses
El cantante madrileño David Martínez Álvarez, conocido como Rayden, ya había estallado contra estas llamaditas por parte de El Hormiguero el pasado mes de agosto. a propósito del beso de Rubiales a Jenni Hermoso. El desencuentro con el programa sucedió tras unas declaraciones del artista. Una fan de Rayden había hecho un llamamiento al programa de Pablo Motos para que lo llevaran como invitado, pero el cantante no dio tiempo a los responsables de la producción del espacio de entretenimiento a responder. Él mismo dejó claro que nunca iría a ningún lugar donde «cosifican a la mujer» y poco después completó sus declaraciones con una afirmación mucho más tajante: «Tanto los guionistas como Pablo Motos me repugnan, porque entran en contraposición con lo que yo intento defender».
La llamada de advertencia no tardó en llegar. En esta ocasión, por parte de uno de los humoristas que manejan las hormigas. «Intentaba justificar las actitudes machistas y de abuso de poder del programa alegando que eran errores puntuales y que, por ejemplo, cuando Sergio Ramos fallaba un penalti, no se le echaba toda la gente encima», recuerda Rayden, que, como es habitual en él, no se quedó callado. El rapero explicó entonces a la «hormiga» en cuestión que no eran temas equiparables. «Le comenté que si mi hijo veía fallar un penalti en la tele y lo intentaba en la vida real, no ocurría nada, pero que si veía a Pablo Motos utilizando su posición de poder intentando besar a las entrevistadas, a lo mejor me llamaban del colegio de mi hijo», argumenta.
La conversación, por lo que se puede inferir del texto compartido por Rayden en redes sociales, no fue amistosa, sino que parecía haber un cierto tono de amenaza en la llamada telefónica. «[La “hormiga”] terminó su relato avisándome de que no me convenía convertirme en el enemigo público número uno del programa», declaró Rayden.