Investigan menciones a António Costa en varias conversaciones telefónicas

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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António Costa, el jueves en una reunión del Consejo de Estado.
António Costa, el jueves en una reunión del Consejo de Estado. TIAGO PETINGA | EFE

Uno de los implicados: «¿Necesita una llamada del primer ministro?»

11 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

A medida que se enmarañan las ramificaciones de la investigación que tumbó al Gobierno portugués, también se define un centro muy claro. Se sitúa en Sines, con un proyecto para la producción de hidrógeno verde que el empresario holandés Marc Rechter planteó en el 2019 a João Galamba, entonces secretario de Estado de Energía. Paralelamente, también en Sines, se perfilaba un gran centro de almacenamiento de datos, que debía abastecerse de energías renovables y atraer a grandes tecnológicas mundiales. Se llama Start Campus, su primer edificio está en fase de conclusión y requería una inversión de 3,5 mil millones de euros, justificados por la cercanía a Lisboa y el potencial de Portugal en renovables.

Galamba insistió en incorporar a la planta de hidrógeno verde las firmas lusas EDP, REN y Galp para obtener el estatuto de proyecto estratégico europeo (Ipcei), que nunca se logró. Además, estas empresas, enrocadas en liderar el proyecto, acabaron disuadiendo a Rechter. Los planes se abortaron y tomaron un rumbo más modesto. Pero en ese punto, la Fiscalía comenzaría una investigación por posible trato de favor a las compañías implicadas, una práctica con la que Galamba y su superior, el exministro de Medioambiente João Matos, habrían beneficiado también a Savannah y Lusorrecursos en explotaciones de litio al norte del país, según recoge Expresso. Son sospechosos de haber interferido en la gestión de la Agencia Para el Medioambiente (APA), que ignoró que uno de los terrenos (Covas do Barroso) había sido declarado Patrimonio Agrario Mundial y concedió una discutidísima licencia de explotación. El presidente de la APA es sospechoso oficial.

Pero la trama regresa a Sines. El gestor de Start Campus, Afonso Salema, se reunió repetidamente con el exjefe de Gabiente de Costa, Vítor Escária, para acelerar los procesos de licitación, especialmente en términos urbanísticos.

Escuchas

Ambos fueron detenidos este martes, junto al amigo personal y asesor de António Costa, Diogo Lacerda Machado, que desde febrero del 2022 trabajaba también como consultor para Start Campus por un salario mensual de 6.500 euros.

Lacerda, ese asesor multidireccional, es uno de los más comprometidos por escuchas telefónicas que se usan como prueba principal del caso. Según Público, en marzo de este año se escuchó a Lacerda prometer a Salema que le enviaría una transcripción de la conversación de António Costa con responsables de Google sobre la intención de unir Portugal, Bermudas y EE.UU. mediante cables submarinos. Dado que el proyecto no se anunció hasta septiembre, Start Campus contaba con meses de ventaja para seducir a Google, considerado cliente estratégico. «Buscando que Google viniese a ser cliente de Start Campus y, a la vez, procediese a instalar el cable submarino, cualquier hecho o noticia relativa a estos cables y a Google se revela de la mayor importancia para Start Campus», escribe la Fiscalía, que no explica si Lacerda acabó enviando esta transcripción. El patrón de las escuchas insinúa que Lacerda utilizó su cercanía al Gobierno para favorecer a Salema y Start Campus. En otra escucha, Salema pregunta: «¿Necesita una llamada del primer ministro?».

En las grabaciones investigadas, se menciona a António Costa 55 veces, pero todavía no se puede aclarar si el primer ministro está implicado. Según la CNN, el propio Costa habría sido grabado en 20 conversaciones con las personas investigadas, aunque solo tres fueron verificadas.

El ministro del Interior, primer candidato a nuevo líder del Partido Socialista

En su discurso anunciando las elecciones del 10 de marzo, Marcelo Rebelo de Sousa justificó unos plazos que podrían haber sido más ajustados. Uno de sus argumentos era conceder tiempo al «proceso de sustitución de liderazgo en el partido de Gobierno», consciente de que, si la mayoría de las formaciones tienen que asentar a líderes que necesitaban otros dos años de maduración, el Partido Socialista debe inventarse uno nuevo.

Inmediatamente después de la comparecencia del presidente de la República, el actual ministro del Interior, José Luís Carneiro, apareció representando a su partido ante los medios. En ese momento, iba a la Comisión Política Nacional del PS, donde unas horas más tarde acabaría confirmando su candidatura. «Me presento como candidato a primer ministro para garantizar la seguridad, la estabilidad y ahondar en las políticas que crean más y mejores oportunidades», anunció de madrugada, después de recibir una respuesta helada de su partido.

«Ponderación y serenidad»

Con esas declaraciones se postula directamente a primer ministro y parece cortar de raíz el debate sobre una posible lucha interna con el exministro de Infraestructuras Pedro Nuno Santos, que hasta ahora se posicionaba como el más popular de los candidatos. De momento, Carneiro no se pronuncia sobre unas votaciones internas, pero la realidad es que el PS ya ha convocado elecciones directas para los días 15 y 16 de diciembre. Esto excluye unas posibles primarias con los militantes del partido, el formato que más convencería a Nuno Santos para liderar al PS, pero que podría demorar el proceso más de lo que el calendario permite. Su entorno dijo a Expresso: «no es momento de precipitarse y la situación actual exige mucha ponderación y serenidad».

Los otros dos nombres más sólidos, Ana Catarina Mendes, actual Ministra de Asuntos Parlamentarios, y Fernando Medina, ministro de Economía, también descartaron presentarse a liderar el partido. Por último, Mário Centeno, que también se mostró dispuesto a sustituir a Costa, ha sido puesto en duda por su puesto de Gobernador del Banco Central.