Mohamed Anter: «A mi hermano pequeño lo mataron los israelíes, mi hermana y mis sobrinos están en Yenín y el resto hemos huido»

María Salgado
maría salgado REDACCIÓN / LA VOZ

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Lina y Mohamed Anter, con sus hijas en una manifestación en favor de la población civil palestina en Lalín
Lina y Mohamed Anter, con sus hijas en una manifestación en favor de la población civil palestina en Lalín Rocío Pérez Ramos

Este refugiado palestino que vive en Monterroso (Lugo) con su mujer y sus tres hijos estuvo siete años en una cárcel de Israel y aún no sabe por qué

24 oct 2023 . Actualizado a las 11:42 h.

A su hermano pequeño lo mataron a tiros, a él le dispararon en una pierna y lo encarcelaron siete años, y su familia es ahora una pequeña diáspora repartida entre Galicia, Suecia y Canadá. El palestino Mohamed Anter vive y trabaja en la localidad lucense de Monterroso con su mujer, Lina, y sus tres hijos: dos niñas y un bebé de diez meses. Son de Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada, donde soldados y colonos israelíes han matado a 90 personas desde el comienzo de la guerra.

—¿Cuándo llegaron a España?

—Salimos de Palestina en el 2017 hacia Jordania, luego fuimos a Estambul, a Cuba y a Venezuela; allí estuvimos casi un año, pero nos trataron muy mal. A finales del 2017 aterrizamos a Madrid, pero nos enviaron a Sevilla, donde estuvimos más de un año; primero en una casa de acogida para refugiados y después en un piso en San José de la Rinconada.

—¿Por qué vinieron a Galicia?

—Me gusta trabajar con animales y encontré empleo en una granja de vacas en Rodeiro, un pueblo de Lalín, en el 2019. Estuve cinco meses allí, luego en otra más grande, y acabé en una granja cerca de Monterroso en el 2021.

—¿Se trajo a la familia?

—Primero vine solo y dos meses después, cuando encontré un piso, vinieron ellos. Vivimos al principio en Portomarín, pero luego nos vinimos a Monterroso porque el colegio es más grande, aunque la trabajadora social no nos ayuda nada con los papeles.

—¿Lina trabaja fuera de casa?

—Mi mujer viene a veces a trabajar a la granja, pero no siempre.

—¿Han vuelto a Palestina?

—No podemos volver a Palestina, porque tenemos aquí asilo y no tenemos pasaporte.

—¿Tienen familia allí?

—Solo está allí mi hermana con sus cuatro hijos, en Yenín. Tiene mucho miedo porque está sola. Su marido estuvo en una cárcel de Israel y luego se separaron. Hace siete días que no sabemos nada de ellos porque les cortaron internet. Mis sobrinos son niños, el mayor tiene 10 años.

—¿Qué opina de la guerra tras los atentados de Hamás?

—Israel no está matando a Hamás, sino a niños, mujeres y civiles que no tienen culpa. Siento mucho dolor. Hace 75 años que nos colonizan, y ya les falta poco para acabar: Yenín, Gaza... Quieren echar a toda la gente fuera. Cada persona tiene un país y tiene derecho a ser como quiera dentro de él. Vienen por la mañana, al mediodía y por la noche, entran en un pueblo y crean problemas.

—¿Por qué se fueron de Yenín?

—Queríamos vivir en paz y dormir tranquilos, y allí no teníamos futuro. Todo el que puede se va de Palestina. Casi toda mi familia huyó de allí. Tengo a un hermano en Suecia, y a mis padres y cuatro hermanas en Canadá. A mi hermano pequeño lo mataron los israelíes hace tres años; yo ya vivía en Galicia. Estaba al mediodía con sus amigos en una terraza tomando un café y les dispararon a él y a otros dos chicos.

—Toda su familia diseminada.

—Sí, llevo trece años sin ver a mi madre, porque estuve siete años en una cárcel de Israel y aún no sé por qué. Estaba montando a caballo con unos amigos por el monte y empezaba a anochecer. Los israelíes me dispararon en una pierna, me llevaron a un hospital y luego a la cárcel. Cuando volví a casa, siete años después, casi toda mi familia se había ido a Canadá.

—¿De qué lo acusaron?

—No lo sé; tú no haces nada, no los miras, no hablas con ellos, pero te meten en la cárcel siete años. A mis dos amigos también los encarcelaron. En mi país, todos tenemos a algún familiar al que han matado o han metido en la cárcel. Por eso muchos quieren irse, porque quieren dormir tranquilos.

—¿Y su mujer también tiene familia en Palestina?

—Sí, su madre, ocho hermanos y todos sus sobrinos están en Yenín, pero no tenemos contacto telefónico con ellos desde hace unos días. El hermano pequeño salió hace tres meses de prisión. Los israelíes tienen a miles de palestinos encerrados en la cárcel. Ahora yo tengo un hijo. Cuando cumpla 10 años, si viviera en Palestina, los israelíes podrían matarlo.

—¿Les gusta vivir en Galicia?

—Sí, tenemos seguridad y trabajo. Queremos solicitar la nacionalidad española, solo la tiene la hija que nació en Sevilla; al que nació en Lugo no se la concedieron.