El origen de Hamás: cómo una asociación caritativa apoyada por Tel Aviv acabó matando a miles de personas
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Ahmed Yasín, su fundador, consiguió un permiso oficial del Gobierno israelí y formó durante años a cientos de dirigentes
16 oct 2023 . Actualizado a las 15:28 h.De repente, Hamás. En cada portada, en cada telediario, en boca de millones de manifestantes alrededor del mundo. Hace nueve días, el grupo islamista palestino que controla la Franja de Gaza lanzó el mayor ataque contra Israel en décadas. Toneladas de misiles cayeron sobre el Estado judío mientras miles de combatientes atravesaban la frontera y disparaban, sin miramientos, a todo lo que se les ponía por delante. Primero mataron a militares y policías. Luego, casa por casa, siguieron masacrando a cientos de civiles, secuestrando a otros tantos, reabriendo viejas heridas y creando otras nuevas. Ahora, ante la implacable venganza de Israel, sus líderes se ocultan bajo tierra.
Antecedentes
Tiempos oscuros en Gaza. Los años setenta del siglo XX fueron corrosivos para la Franja. Había sido administrada por Egipto desde 1949 hasta la guerra de 1967, cuando Israel la recuperó, y la violencia política y religiosa se extendía entre sus calles. «Las personas tienen miedo unas de otras, como animales», había dicho el entonces gobernador israelí, Yitzhak Segev, a The New York Times.
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) unificaba la lucha armada contra Israel. Los que apoyaban la paz con el Estado judío estaban marcados.
Fundación y apoyo israelí
El carismático Ahmed Yasín. La OLP ponía en jaque constante al Gobierno israelí, pero entonces apareció Ahmed Yasín. Tetrapléjico desde niño, consiguió en el 79 un permiso oficial para fundar el Mujama al Islamiya (Centro Islámico), una supuesta asociación caritativa en la que se formaron muchos de los dirigentes de Hamás.
Tel Aviv lo sabía, pero miraba hacia otro lado. Necesitaba que surgiese otro movimiento opositor para debilitar a la OLP. «Fue un error estúpido», declaró Avner Cohen, responsable israelí de asuntos religiosos en la Franja hasta 1994, en una entrevista para The Wall Street Journal.
Punto de inflexión
El primer asesinato. En 1984, el Gobierno israelí detuvo a Yasín tras descubrir un alijo de armas que «iba a usar contra sus rivales de la OLP», pero el religioso siguió codeándose con el gobernador Segev. Por aquel entonces ya empezaba a sonar el nombre de Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica), que se fundó oficialmente en 1987.
El primer asesinato llegó en el 89. Dos soldados israelíes murieron a manos de activistas radicales del grupo, Yasín fue condenado a cadena perpetua y 400 dirigentes fueron expulsados al Líbano (otro gran error, porque allí establecieron contacto con Hezbolá).
Radicalización
Los acuerdos de paz de Oslo. A mediados de los años noventa, Israel y la OLP negociaron unos acuerdos de paz que permitieron la creación de la Autoridad Nacional Palestina. Hamás se opuso violentamente.
A diferencia de la OLP, la milicia islamista no reconoce la condición de Estado de Israel. «No renunciaremos ni un centímetro del territorio palestino», aseveró Khaled Meshaal, líder exiliado del grupo palestino, en el 2017.
Fin de una era
El asesinato de Yasín. La muerte sorprendió a Ahmed Yasín antes del alba en marzo del 2004. Salía en su silla de ruedas de la mezquita más cercana a su casa, donde había ido a rezar como todas las mañanas. Tres misiles israelíes acabaron con su vida, sacudieron a los palestinos y pusieron en pie a las guerrillas armadas de la región. Más de 200.000 personas participaron en los funerales.
Control de la franja
Triunfo electoral de Hamás. Hamás derrotó a Fatah —el partido de Yaser Arafat— en las elecciones gazatíes del 2006. Un año después, dio un golpe de Estado y tomó el control del enclave.
Las masas apoyaban al grupo islamista. Lo consideraban más dispuesto a resistir ante Israel, menos corrupto y mejor organizado que el partido de Mahmoud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, que se retiró a Cisjordania.
Sin embargo, el Gobierno israelí respondió con un bloqueo que ha mantenido desde entonces y ha ido haciendo mella entre la población. Muchos consideran que las hostilidades del ala armada de la organización han perjudicado a la Franja.
La ciudad subterránea que se extiende bajo la Franja de Gaza
El Ejército israelí dice que hay dos Gazas. La que está en la superficie y la que se oculta bajo tierra. En el último decenio, Hamás ha gastado millones de dólares en la fabricación de una red de túneles inmensa bajo los 365 kilómetros cuadrados de la Franja.
La idea surgió en el 2007, cuando comenzó el bloqueo israelí, para cruzar la frontera de Egipto e importar provisiones. Desde entonces, Hamás ha seguido cavando y ahora el entramado mide más de 500 kilómetros de longitud. Los hebreos lo llaman «el metro de Gaza».
«Los túneles han sido cruciales para Hamás, una infraestructura muy importante para su supervivencia», explica el analista Yossi Mekelberg. En el 2021, las Fuerzas de Defensa de Israel destruyeron más de 100 kilómetros del entramado con ataques aéreos. Pero algunos pasadizos están a más de 40 metros de profundidad y son imposibles de volar.
Si los israelíes quieren acabar realmente con Hamás, tendrán que entrar en el metro de Gaza. «Será largo y difícil. Las pérdidas serán numerosas», advierte la analista Dalia Grinberg.