Su círculo cercano ocupó las primeras filas del auditorio y le ovacionó en varios momentos de su polémico discurso. El presidente de la Federación Española de Fútbol anunciaba este viernes que no iba a dimitir: «¿Un pico consentido es para sacarme de aquí? Voy a defenderme hasta el final»
25 ago 2023 . Actualizado a las 20:16 h.«No voy a dimitir» pronunciado hasta en cinco ocasiones. Luis Rubiales concluía así su explicación y se ponía en la posición de víctima ante la que considera una campaña de acoso y «asesinato social» tras su beso a Jennifer Hermoso en la final del mundial. El presidente de la Federación Española de Fútbol sorprendía este viernes al anunciar que no pensaba dejar su cargo durante la Asamblea Extraordinaria de la RFEF.
Unas palabras, con frases muy polémicas, que están dando la vuelta al mundo, y que fueron apoyadas por su círculo más cercano, presente en el auditorio.
Los aplausos interrumpieron en varias ocasiones el discurso de Rubiales, pero para nada llegaron de la mayoría. Fue la primera fila la que apoyó al presidente de la RFEF con varias ovaciones y la que incluso se puso en pie al final de su comparecencia.
En esos primeros asientos estaban el seleccionador del equipo femenino Jorge Vilda, a quien Rubiales ofreció la renovación de forma pública y a quien le propuso cuatro años de contrato con un sueldo de 500.000 euros. «He activado los mecanismos para comenzar la negociación contigo para que te quedes los próximos cuatro años cobrando medio millón al año, te lo mereces. Cobraba 160.000 euros», desveló.
A la izquierda de Vilda estaba el actual seleccionador masculino, Luis de la Fuente. Se trata de uno de los hombres fuertes de la RFEF y fue el propio Rubiales quien le nombró técnico de la absoluta el pasado mes de diciembre.
A la derecha de Jorge Vilda se encontraba Fede Vidal, seleccionador de fútbol sala masculino, que tampoco dudó en ovacionar a Rubiales.
Escoltados por sus cuerpos técnicos, entre el grupo del que sigue siendo el presidente de la RFEF, también estaban Sonia Bermúdez, entrenadora femenina sub-19, Santi Denia, técnico de la sub-21 o Montse Tomé, segunda entrenadora de la selección femenina, a la que propuso que asuma la dirección deportiva. Precisamente, Montse Tomé es la entrenadora a la que Jorge Vilda le tocó el pecho durante la celebración del gol de Olga Carmona, que le dio el título mundial a la selección.
Otro de los cargos allí presentes que llamó la atención fue Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros.
Además de técnicos y trabajadores de la federación, Rubiales también recibió el apoyo de su familia. Sus hijas y sus padres estuvieron presentes en la polémica asamblea.