La ministra de Igualdad, con un perfil bajísimo esta campaña, se acerca a ERC mientras Belarra apoya a Yolanda Díaz
19 jul 2023 . Actualizado a las 13:00 h.Juntas pero nada revueltas, Yolanda Díaz se dejó ver con Ione Belarra por primera vez desde que empezó la campaña ayer en Pamplona. Los días caen como lustros si se echa la vista atrás hasta ese 9 de junio en el que Unidas Podemos decidió concurrir con Sumar en los comicios generales. «Sin vetos», pidió entonces la cúpula morada. La advertencia ha envejecido más mal que bien.
Casi un mes y medio después de esta alianza, Irene Montero, desplazada de las listas del nuevo partido, está prácticamente desaparecida del combate electoral y solo ha asomado la patita junto a ERC. Su escudera, la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Unidas Podemos, evitó ayer en Navarra mencionar a Díaz durante el mitin, pese a tenerla al lado y pese a pedir el voto para su partido. Pero se deshizo en halagos hacia las leyes creadas por el ministerio de Igualdad de Montero, incluida la controvertida ley del solo sí es sí.
El fantasma de la pareja de Pablo Iglesias aparece en platós de televisión, editoriales de periódicos y actos políticos da igual de qué color. Mientras el PP usa su ley del consentimiento como principal arma arrojadiza contra Pedro Sánchez —«Ha sacado a la calle a violadores, pederastas y asesinos», decía ayer mismo la portavoz popular, Cuca Gamarra—, otros como Gabriel Rufián aprovechan para tensar la cuerda con Sumar. El portavoz parlamentario de ERC salió en defensa de «la labor en el Gobierno» de Montero en el debate a siete de la semana pasada. Lo hizo retando con la mirada a Aina Vidal, número uno de Sumar por Barcelona, que masculló: «Yo también».
En un fin de semana convulso en lo electoral, Irene Montero se mantuvo aparentemente fuera del foco. Con un perfil institucional, el sábado estuvo en la capital catalana con la consejera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, Tània Verge. Montero centró su discurso en la defensa de las mujeres, y bajó el tono respecto a esta nueva izquierda a la izquierda del PSOE, recalcando incluso que hay que «proteger» el Gobierno de coalición. Choque frontal con lo que decía su anfitriona, pues Verge negó que «un feminismo conciliador» pueda acabar con la extrema derecha, en clara referencia al «feminismo del 99 %» que promulga la formación de Yolanda Díaz.
La vicepresidenta segunda del Gobierno mantiene su postura, y ayer lo apostó todo a movilizar el voto feminista. Aseguró que las mujeres son la fuerza decisiva de estas elecciones y pidió que voten a Sumar para que la derecha «no lleve al país» al pasado. Apuntó entonces que fue la presión femenina la que derrotó a Alberto Ruiz Gallardón cuando quiso tumbar la ley del aborto.
Con un 12,5 % de indecisos según Sondaxe —que los expertos le atribuyen a la izquierda— cada movimiento en la partida cuenta. El pacto de no agresión firmado entre Unidas Podemos y Sumar dejará nuevas imágenes. Belarra, número 5 por Madrid, estará en el acto de cierre de campaña. Un acto al que previsiblemente acudirán Íñigo Errejón y Mónica García, de Más País y Más Madrid, respectivamente, y con mejores puestos de salida en la capital.