El exmandatario informó al organismo que supervisa a los negocios de los funcionarios y exfuncionarios apenas media hora de que se anunciara públicamente su nuevo puesto
27 jun 2023 . Actualizado a las 22:11 h.Boris Johnson no sale de un escándalo para entrar en otro. A tres semanas de dejar su escaño en el Parlamento de Westminster, para así evitar una más que segura destitución por el caso del Partygate, el ex primer ministro británico ha sido acusado de cometer una «violación inequívoca» del código ministerial. El exmandatario habría incurrido en la infracción al aceptar un trabajo como columnista, sin antes haber solicitado permiso al organismo que se encarga de supervisar los negocios de los funcionarios y exfuncionarios.
A principios de mes, el exmandatario tory anunció su vuelta al periodismo, de la mano del conservador Daily Mail. Sin embargo, Johnson solo informó de la contratación al Comité Asesor de Citas Comerciales del Gobierno media hora antes de que la decisión saliera a la luz, reveló el presidente de la instancia, Erick Pickles.
En una carta dirigida al Ejecutivo de Rishi Sunak, la cual fue difundida por los medios, Pickles pidió que se reforme la actual legislación sobre ética y conflicto de intereses, por considerar que la misma está desfasada y fue diseñada para un momento en el que los funcionarios se comportaban como «buenos muchachos».
«Si alguna vez existió [eso de los buenos muchachos], ese tiempo ya pasó hace mucho y el mundo contemporáneo ha superado a las normas», justificó Pickles, quien reclamó de más medios para castigar los incumplimientos.
Según la legislación vigente, los exministros británicos no deberían aceptar otros puestos sin que antes el Comité haya podido brindar su asesoramiento sobre la conveniencia de este o no. No obstante, la instancia carece de facultades para imponer sus recomendaciones o para castigar cualquier violación, lo cual convierte a las disposiciones en letra muerta en muchos casos.
Esta no es la primera vez que este Comité reprueba el comportamiento de Johnson. En 2020, el organismo también fustigó al político por haber aceptado ser columnista del diario The Telegraph, casi inmediatamente después de haber renunciado a su puesto de ministro de Asuntos Exteriores durante el gobierno de Theresa May.