Muere a los 80 años Pedro Solbes, exvicepresidente del Gobierno con Zapatero
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Formó parte del equipo que negoció la adhesión de España a la UE y estuvo al frente de Economía cuando estalló la crisis financiera del 2008
18 mar 2023 . Actualizado a las 18:45 h.Decía de sí mismo que era «un hombre corriente absolutamente en todo», pero la vida de Pedro Solbes (Pinoso, Alicante, 1942), ha sido de todo menos común.
Falleció este sábado en Madrid, a sus 80 años, y atesorando entre sus manos los mayores logros y fracasos de la historia económica reciente de España y hasta cuarenta años de servicio público.
Nada hacía anticipar allá por los años sesenta que este técnico comercial y economista del Estado formado en la Universidad Complutense acabaría siendo clave para negociar la adhesión del país a la Comunidad Europea (1986), germen de la UE. Pero así fue. Su primera y exitosa incursión en la política deslumbró al entonces presidente socialista, Felipe González, quien le premió con la cartera de Agricultura y Pesca primero (1991-1993) y con la de Economía y Hacienda después (1993-1996). Una experiencia que le sirvió para hacerse un nombre y dar el salto a Bruselas.
Entre 1999 y el 2004, Solbes se trasladó a vivir a la capital comunitaria para ocupar el cargo de comisario de Economía, la cartera más cotizada en la Comisión Europea. Bajo su batuta se introdujo el euro. Eran años de optimismo. También en España, donde la burbuja inmobiliaria, silenciosa y devastadora, no dejó de engordar en la sombra, alimentada por los bajos tipos de interés. Eran los tiempos dorados del sector, cuando los jóvenes dejaban los libros para poner ladrillos por 3.000 euros al mes.
Tras apuntalar el euro, Solbes retornó a casa. Lo hizo en el 2004, de la mano del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien ganó las elecciones el 14 de marzo, solo tres días después de los atentados terroristas de Atocha. Lo convirtió en vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, tomando así el testigo de Rodrigo Rato (PP). Entonces, la deuda española apenas alcanzaba el 48 % del producto interior bruto (PIB) —113 % en la actualidad— y el déficit rozaba el 0 %. España iba, aparentemente, bien.
Los problemas de fondo se atisbaron en el 2006, cuando el número de hipotecas comenzó a decrecer. Para Solbes, no había un exceso sino una corrección en el mercado. Sería la primera de las muchas ocasiones en las que negó que España estuviera a las puertas de una crisis.
Un año más tarde lanzó el controvertido cheque bebé, una prestación de 2.500 euros que se desembolsaba tras el nacimiento de un niño. Se extendió del 1 de julio del 2007 al 31 de diciembre de 2010, fulminado en la primera de una larga lista de recortes. Igual de controvertida fue la decisión de aplicar en el 2008, antes de las elecciones, una rebaja de 400 euros en el IRPF como «estímulo fiscal en tiempos de incertidumbre», con un coste para las arcas públicas de unos 5.000 millones de euros. En un encendido y célebre debate televisado junto a Manuel Pizarro (PP), Solbes volvió a negar la crisis: «Hablan de crisis e incluso de recesión. Nada más alejado de la realidad», aseguró, acusando a la oposición de ser «catastrofista». En marzo, Zapatero ganó de nuevo las elecciones y, con reservas, Solbes repitió en el cargo: «Fue un error aceptar la segunda legislatura», reconoció en sus memorias Recuerdos. 40 años de servicio público (2013). Un año después, España entraba en recesión.
El fin de su carrera
Como muchas otras cosas, la crisis sistémica que desencadenó la quiebra de Lehman Brothers también se llevó por delante el prestigio de Solbes: «Decíamos que los bancos [españoles] 0estaban muy bien y luego al final resulta que estaban muy mal», llegó a admitir. Pasaron por alto los problemas de las cajas. Trató de convencer a Zapatero de la necesidad de acometer reformas y controlar el gasto, pero este se negó alegando que le costaría dos huelgas generales.
Las diferencias entre ambos fueron en aumento a comienzos del 2009. Él contra el resto de los miembros del Ejecutivo. Se sintió «solo», así que en abril abandonó el barco. Su lugar lo pasó a ocupar Elena Salgado.
Desde entonces, trabajó en el sector privado como consejero de la eléctrica italiana Enel y como consejero del banco británico Barclays. «En términos globales estoy bastante satisfecho con lo que he hecho, lo que no quiere decir que no sea consciente de que muchas de las decisiones que tomamos seguramente no fueran las óptimas en el momento. Acepto los errores cometidos», manifestó en el 2013, saldando cuentas con su pasado.
Condolencias
El Partido Socialista ha publicado un comunicado lamentando su fallecimiento y agradeciendo su «servicio público a España y al proyecto europeo», como deslizó el propio presidente Pedro Sánchez.
«La familia socialista quiere transmitir su cariño y aprecio a su familia y a sus seres queridos. Así como recordar su ejemplar trayectoria al servicio de España y de sus instituciones. Gracias, compañero Pedro. Gracias por haber contribuido a mejorar la vida de todos y de todas. Hasta siempre, Pedro, y gracias», reza la misiva.
También la Comisión Europea ha querido honrar su memoria. No en vano, su labor como comisario fue clave en la introducción del euro, tal y como recordó este sábajo el Ejecutivo comunitario.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha lamentado el fallecimiento de Solbes, «uno de los principales valores socialistas durante décadas».
«Nuestro sentido pésame al PSOE y a la familia de Pedro Solbes», ha manifestado, ensalzando su figura como «servidor público». También ha agradecido al exministro «lo que ha hecho por España tanto en Bruselas como en el Gobierno».