El caso, publicado en la revista científica «Neurology», revela que los padres habían llevado a la niña al hospital tras sus problemas cognitivos y presentar un tamaño de la cabeza desproporcionado
16 mar 2023 . Actualizado a las 08:26 h.No es un caso raro. Es algo simplemente extraordinario. Un feto parásito, también llamado Fetus in fetu (feto en el feto). Es lo que se ha descubierto en el cerebro de una niña de un año. Su gemelo subsistía en este órgano, aunque sin ninguna posibilidad de supervivencia en el exterior. Este episodio excepcional se ha dado a conocer en la revista científica Neurology.
La pequeña fue atendida por los médicos de la Universidad de Fudan, en Shanghái, que explicaron que el bebé presentaba una cabeza anormalmente agrandada y dificultades en sus habilidades motoras. Las imágenes por tomografía computarizada (TC) revelaron que su cerebro estaba comprimido. Luego se reveló que era el feto malformado del gemelo de la niña, de un tamaño de diez centímetros, que se había desarrollado en un saco de líquido entre los ventrículos cerebrales de la cabeza.
Los casos de Fetus in fetu son extremadamente raros. Ocurre uno cada 500.000 nacimientos, aunque lo realmente extraordinario es que crezcan en el cerebro de su gemelo, un suceso del que no se tienen cifras. Sin embargo, lo ocurrido a la niña china no es el primer episodio de este tipo documentado en la literatura médica. En 1982 un grupo de médicos del hospital de Londres informaron sobre un feto de 14 centímetros de largo en un niño de 6 semanas que presentaba un tamaño de cabeza cada vez mayor. Le extrajeron el feto y el bebé tuvo una «excelente recuperación».
En el caso de la niña china los médicos no han descrito su evolución, pero sí se ha documentado que le extrajeron de su cabeza el feto de su gemelo. Aunque advierten que su recuperación ha sido «total», no especifican si sufrirá daños a largo plazo.
La pequeña masa fetiforme parecía haber desarrollado extremidades superiores e incluso proyecciones en forma de dedos, pero estaba muy subdesarrollado. Subsistía gracias a su hermana, pero su supervivencia era imposible.
El feto parásito es una anomalía embrionaria que se desencadena durante un embarazo gemelar, en el que uno de los mellizos se desarrolla en el cuerpo del otro. Aunque vivo, ya que está formado por células vitales, el feto malformado no puede en ningún caso sobrevivir fuera del gemelo huésped, que le proporciona sangre y nutrientes. De hecho, no tiene ni cerebro ni corazón y el resto de los órganos son incompletos.
Estos casos pueden ocurrir durante las primeras etapas del embarazo gemelar, cuando el grupo de células en división formado por un óvulo fertilizado, un blastocito, no se separa correctamente. El resultado es que uno de los primeros embriones queda envuelto dentro del otro. No se desarrolla, pero permanece vivo gracias al suministro de sangre y nutrientes de su gemelo.