Los republicanos consideran que la «victoria del sí es clara si se reunieran al mismo tiempo un mínimo de un 50 % de participación y un mínimo de un 55 % de apoyo a la independencia»
28 ene 2023 . Actualizado a las 19:55 h.La militancia de ERC avaló hoy por una amplia mayoría la hoja de ruta del partido para los próximos años. Tras obtener del Gobierno los indultos a los presos del procés y la derogación del Código Penal, los republicanos ratificaron su apuesta por el diálogo con el Ejecutivo central para resolver la cuestión catalana. Una estrategia que pasa por apoyar la gobernabilidad española a cambio de concesiones por parte de la administración central, según recoge Colpisa.
Pedro Sánchez ha decidido meter la mesa de diálogo en la nevera, pero el objetivo de los republicanos es descongelarla ante la siguiente investidura, situando la petición de un referendo en el centro de sus reclamaciones. Las bases republicanas respaldaron la estrategia de la dirección, que pasa por articular un acuerdo de claridad, a la canadiense, para negociar con Madrid las condiciones para celebrar un referendo sobre la independencia. «El cómo y el cuándo», lanzó Pere Aragonès ante la militancia pues, a su juicio, el Estado no puede seguir tratando al independentismo como «menores de edad».
La propuesta de referendo de ERC tiene cuatro patas y se inspira en el modelo de Montenegro. Para empezar, la pregunta sobre la independencia debería ser clara, como la del 1-O. Segundo, deberían poder poder votar todas las personas residentes legales en Cataluña mayores de 16 años. En tercer lugar, establece que «siguiendo el ejemplo del dictamen del Tribunal Supremo de Canadá sobre Quebec, una victoria clara del sí debería dar lugar a un proceso de negociación, de cara a llegar a un acuerdo que permita la creación de una República Catalana independiente». Y, por último, señala que se consideraría que la «victoria del sí es clara si se reunieran al mismo tiempo un mínimo de un 50 % de participación y un mínimo de un 55 % de apoyo a la independencia».
ERC reitera la apuesta de estos últimos años, en que ha sido socio de Sánchez, pero advierte de que la vía unilateral sigue sobre la mesa. «No renunciamos ni renunciaremos a ningún instrumento democrático que nos permita decidir nuestro futuro colectivo para llegar a la República Catalana», según la ponencia política aprobada hoy en el congreso de ERC, celebrado en Lleida.
Problemas para ERC
Esquerra tiene un panorama muy complicado de aquí a las elecciones municipales. La negociación presupuestaria en Cataluña no solo le está dejando como un partido casi a merced de lo que pida el PSC, que le está imponiendo proyectos a los que se oponían los republicanos, sino que la gran apuesta de los de Junqueras para esta legislatura, la mesa de diálogo, está muy cuestionada desde el propio flanco independentista.
La dirección de ERC vendió la reforma del Código Penal como un gran avance que equivalía casi a una «amnistía de facto». Los republicanos han presentado la derogación y la reforma del delito de malversación como un gran logro de la mesa de diálogo, que justificaba su apuesta por dar estabilidad al Gobierno central y aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Pero los primeros movimientos de la Fiscalía y del juez Llarena amenazan con dejar todo el esfuerzo realizado, y poco entendido desde los sectores del nacionalismo más crítico, en agua de borrajas.
A ERC ya le acusan de haberse dejado engañar por Pedro Sánchez. O aún peor, de traidor para facilitar la extradición de Puigdemont. ERC buscaba dos objetivos con la reforma penal: que Junqueras pueda presentarse cuanto antes a unas elecciones y que la treintena de acusados (ex altos cargos del Govern en el 2017) por el 1-O y que aún tienen el juicio pendiente no vayan a prisión. Viendo la posición de la Fiscalía, los republicanos lo van a tener complicado para cumplir sus expectativas.