Europa se asegura el suministro de gas, pero es incapaz de actuar para abaratar el precio

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

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DAVID W CERNY | REUTERS

Los países siguen sin ponerse de acuerdo para limitar las cotizaciones del hidrocarburo

08 oct 2022 . Actualizado a las 10:12 h.

Rusia parece atascada en la conquista de Ucrania, pero, de momento, parece estar ganando la guerra energética contra Europa. Porque, se acerca el invierno, y muchos ciudadanos ya se están planteando no encender la calefacción, ante el temor de no poder hacer frente a las abultadas facturas de luz y gas que llegarán en los próximos meses, al tiempo que otra idea ronda también por sus cabezas: ¿habrá apagones por falta de combustibles? Los jefes de Estado reunidos este viernes en Praga durante una cumbre informal del Consejo Europeo no tomaron decisión alguna para abaratar los precios energéticos. Sobre la mesa, desde hace semanas, una intervención de los mercados de la luz y del gas para forzar una rebaja de los costes. Pero no se ponen de acuerdo.

La propia presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y un grupo de quince países (entre ellos España) apuestan por aplicar precios tope: tanto a todo el gas que compren los países comunitarios como al que se usa para generar electricidad (copiando así el modelo ibérico). Unas opciones que asustan a socios como Alemania o los Países Bajos, que temen que los proveedores huyan de Europa para colocar su producto en Asia. Sobre tapete, otra medida radical: cambiar el índice que ahora se utiliza para fijar las cotizaciones europeas del gas, el TTF holandés, para «demostrar que la Unión Europea no está dispuesta a pagar cualquier precio por el gas», proclama Von der Leyen en una carta enviada a los jefes de Estado.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explicó que lo mejor de la cumbre informal fue que «por fin Europa se abre a una intervención» de los precios, pero no sabe cómo y, sobre todo, cuándo.

«Cada vez somos más los países que defendemos ese tipo de intervenciones», continuó Sánchez, quien adelantó que espera que el Consejo Europeo (este ya formal) de finales de mes en Bruselas adopte ya decisiones en firme para actuar sobre los precios.

Así que, de momento, las facturas de la luz y el gas seguirán campando a sus anchas. Pero, ¿y la seguridad de suministro? ¿Está en peligro? En teoría no, de momento. En la rueda de prensa posterior a la cumbre informal de Praga, Von der Leyen resaltó que las reservas de gas en Europa están al 90 % de su capacidad, un 15 % más que hace un año y un 10 % por encima del objetivo que marcó la Comisión para octubre. Hay, según datos de la asociación sectorial Gas Infrastructure Europe (GIE), 1.002 teravatios hora almacenados en el continente, suficientes para tres meses de consumo. Pero sigue llegando hidrocarburo, sobre todo en barco, procedente de Estados Unidos, que se ha convertido en la principal alternativa al gas ruso, aunque mucho más caro. Además de buscar proveedores alternativos, la Comisión obliga a los países a implantar planes de ahorro para reducir un 15 % el consumo de gas (un 7 % en el caso de España).

La Unión debería llegar con los depósitos al 40 % al final del invierno para evitar problemas la próxima temporada de frío, según cálculos de la Comisión Europea.

La presidenta del Ejecutivo comunitario también quiso tranquilizar a los ciudadanos con otro dato: hace siete meses, cuando empezó la guerra en Ucrania, el 41 % del gas que llegaba a la Unión Europea procedía de Rusia. En la actualidad, el 7,5 %. Aunque países como Alemania son especialmente vulnerables si el hidrocarburo ruso deja de fluir totalmente. ¿Por qué? Porque no tiene plantas regasificadoras para recibir y almacenar gas por barco. De ahí su temor a las consecuencias de intervenir los precios.

Cumbre de España, Francia y Portugal para desbloquear el nuevo gasoducto

«No voy a decir que soy optimista, pero estoy convencido de que vamos a lograr un acuerdo con un buen amigo como es Francia». Pedro Sánchez habló en Praga con Macron del gasoducto pirenaico Midcat, que tratan de impulsar España y Alemania para reforzar el suministro de toda Europa, pero que Francia rechaza porque considera que no hace falta. Sánchez trata de convencer a Macron para que cambie de opinión y volverá a hacerlo, en compañía del primer ministro portugués, Antonio Costa, en una próxima cumbre a tres bandas para negociar el desbloqueo de esa infraestructura. «Hay voluntad de encontrar una solución que responda a las demandas domésticas» de Francia, señaló Sánchez.