La marquesa relata su «despertar espantoso» en el congreso ultracatólico en el que participa este fin de semana
02 oct 2022 . Actualizado a las 13:50 h.El desengaño amoroso de Tamara Falcó ha sido el tema del que todo el mundo ha hablado en los últimos días en España, pero también ha tenido un enorme eco internacional. La prensa de algunos países donde no es tan conocida la define como «la Kim Kardashian española». Este sábado, la marquesa de Griñón compartió su experiencia en Ciudad de México, donde ha participado en el XIV Congreso Mundial de las Familias. Allí definió todo lo que ha vivido con la ruptura e infidelidad de su exprometido, Íñigo Onieva, como un «despertar espantoso».
«Ha sido un despertar espantoso, pero al mismo tiempo pienso en el perdón, pienso en la importancia del perdón», reveló Falcó, según informa Efe.
La joven aristócrata, de 40 años, ya reveló en su última intervención en El hormiguero que precisamente por el hecho de provenir de una familia donde los matrimonios se han roto en sucesivas ocasiones se había tomado su tiempo para pensar en dar el paso de casarse. En México confesó que «el hecho de formar una familia siempre le da muchísimo vértigo».
Afirmó que aún no ha encontrado una explicación a todo lo que pasó con su exnovio, quien apareció en un vídeo besando a una modelo brasileña, lo que derivó en que esta semana la hija de Isabel Preysler lo eliminara de sus redes sociales y borrara la fotografía de un anillo valorado en 14.500 euros, apenas 48 horas después del anuncio de compromiso.
«No lo entiendo, o sea, no me cabe por la cabeza lo que ha sucedido, pero creo que él y todos los que están perdidos en las sombras merecen conocer la verdad y el amor de Dios», indicó. En ese sentido, señaló que Íñigo Onieva le ha pedido perdón y es algo en lo que ella tiene que trabajar. «Yo no siento odio hacia él ni aberración, me da pena; me da pena que con todas las cosas maravillosas que hay en la vida, considere que esas son las cosas por las que vive, a mí eso sí que me da pena», manifestó.
Con el paso de los días, Tamara Falcó va repasando su relación en retrospectiva y empieza a ver que «había muchas llamadas de atención» que iban más allá de la infidelidad y que apuntaban a las mentiras de Íñigo Onieva. «Estaba muy ilusionada con que, aunque no fuera evidente, el proyecto de Dios estaba ahí. Claro, todo esto cambia radicalmente, ya no cuando salen unas imágenes de mi novio en aquel entonces siendo infiel; no es solamente eso, caen muchas más cosas, fue un dominó», relató.
Antes de su mediática ruptura, Tamara Falcó ya tenía previsto realizar este viaje a México para participar en este encuentro ultacatólico junto a activistas que están en contra del aborto y pugnan por la familia tradicional. Ella encabeza la delegación española junto al líder de Hazte Oír.
Ya en sus primeras declaraciones tras la ruptura, el pasado martes, había expresado el consuelo en la religión que profesa. «Al final estoy contenta, porque confío en Dios y si esto ha pasado es por algo», dijo. En este encuentro ultrareligioso de México volvió a incidir en esa explicación espiritual recordando el viaje que hizo el pasado verano para rezar una «oración muy fuerte» sobre su relación sentimental a la virgen de Medjugorje. «Rogué muy fuerte que, si mi novio de aquel entonces era para mí, que se realizara, que llegáramos al matrimonio y que, si no, que por favor lo apartara», reveló.
