El Gobierno gallego insiste en bajar impuestos y reducir el gasto público para contener los precios y aliviar a los hogares
13 ago 2022 . Actualizado a las 10:24 h.La inflación ha llegado a los supermercados. Aunque los precios han subido de forma paulatina a lo largo de los meses, los recibos no dejan de sorprender a los consumidores españoles, para quienes la vida es ya un 10,8 % más cara que hace un año, según reveló este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Comprar un litro de leche, una docena de huevos o una tarrina de mantequilla para untar las tostadas cuesta de media un 20 % que en julio del 2021. Lo mismo ocurre con el aceite de girasol y otros sustitutos, que se han encarecido más de un 83 %. Todo ha subido: el pan, el pescado, la fruta, la carne... El precio de los alimentos ya acumula una escalada del 13,5 % respecto a hace un año, un ritmo que no se veía desde enero de 1994. Y la pregunta que se hacen mucho es: ¿hasta cuánto seguirán subiendo?
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha anticipado este viernes en una entrevista a TVE que la comida seguirá su senda alcista hasta otoño, cuando espera que los precios se «estabilicen y normalicen», según recoge Efe. Ha reconocido la «difícil» situación a la que se enfrenta el país con el repunte de la inflación más pronunciado de lo últimos 38 años.
El sector agroalimentario encara también otros problemas, como los relacionados con «los costes de producción, influidos por el precio del gas, la electricidad y los fertilizantes», señaló Planas. Y es que los precios energéticos se están trasladando a todos los eslabones de la cadena de producción.
Sus estimaciones coinciden con los de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, quien después de insistir en que los precios comenzarían a bajar en el mes de marzo, tuvo que rehacer sus cuentas y aplazar ese cambio de tendencia hasta, como pronto, después del verano.
Bajada de impuestos
Los datos de inflación no han pasado desapercibidos en San Caetano, donde justifican el elevado IPC gallego por los altos precios de los carburantes y la energía. El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, culpó al Gobierno central y su política energética de la subida acusada de precios: «Demostra que a política económica de España falla. A inflación é unha lousa para familias e pequenas e medianas empresas, que perden poder adquisitivo e competitividade [...] Toca reaccionar», exclamó, antes de solicitar al Ejecutivo de Pedro Sánchez que adopte medidas concretas para contener la inflación, aprovechando los 16.000 millones de euros de ingresos extra que ha tenido el Estado por la subida de precios y que, de forma «inexplicable», no se están utilizando para compensar las pérdidas de los hogares: «O Goberno sabe que se baixa impostos e controla o gasto público, pode conter a inflación», deslizó. Una receta que no comparte el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, quien este mismo año consideró incoherente la bajada del IVA a los productos energéticos en plena campaña para reducir su consumo.
Conde puso de ejemplo el nuevo plan fiscal de 10.000 millones anunciado por el Gobierno alemán y recordó que el Ejecutivo gallego reducirá el tramo autonómico del IRPF el año que viene para ampliar la renta disponible de los gallegos.
La portavoz de Economía del grupo parlamentario del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Noa Presas, cuestionó esa llamada del responsable económico de la Xunta a bajar impuestos: «Hai que gravar máis os impostos ás rendas máis altas e alixeirar ás máis baixas», apostilló.