Tras una gira de cuatro años, el esqueleto del diplodocus está en Londres
20 jun 2022 . Actualizado a las 09:17 h.«¡Dippy ha vuelto!». Así, como si se tratara de un vecino, de un amigo o de un pariente que, por razones de trabajo o familiares, ha salido de viaje, las autoridades del Museo de Historia Natural de Londres anunciaron a bombo y platillo el regreso de una sus principales atracciones: la réplica de un fósil de un enorme diplodocus, de 26 metros de longitud, al que se le conoce popularmente como Dippy.
El esqueleto retorna a la que ha sido su casa desde que, en 1905 llegó de los Estados Unidos, donde los restos originales del dinosaurio fueron encontrados en 1898. Vuelve a Londres luego de pasar los últimos cuatro años recorriendo las ciudades de Newcastle, Birmingham, Dorchester, Norwich, Cardiff, Belfast y Glasgow, en una gira que atrajo a más de dos millones de personas y que dejó 36 millones de libras (42,1 millones de euros) en beneficios, informó la BBC.
Para darle la bienvenida a Dippy, las autoridades del Museo de Historia Natural le han reservado una sala del enorme complejo, ubicado en el céntrico y lujoso barrio de Kensington, muy cerca del parque y del palacio real homónimos. Allí estará exhibido gratuitamente hasta diciembre próximo.
Fascinando a todos
En 1898, unos trabajadores que construían una línea ferroviaria en Wyoming (Estados Unidos) se toparon con los restos del enorme dinosaurio. El magnate del acero Andrew Carnegie envió el fósil a su museo, en Pittsburgh, donde permanece hasta el día de hoy. Sin embargo, al poco tiempo, el entonces rey Eduardo VII quedó fascinado con el hallazgo, al ver un dibujo del esqueleto y solicitó a Carnegie permiso para hacer una réplica e instalarla en el entonces Museo Británico de Historia Natural, el cual fue abierto durante el reinado de su madre, Victoria.
Las 292 piezas del esqueleto fueron instaladas en el vestíbulo principal del recinto cultural, donde permanecieron durante casi 112 años, salvo durante la II Guerra Mundial, cuando fue desmantelado y llevado a los sótanos, para protegerlo de los bombardeos nazis, y durante los años 60, cuando fue trasladado a otra zona del recinto. Durante este siglo, distintas generaciones de británicos y de turistas se han asombrado con las dimensiones de este herbívoro, que se estima llegó a pesar entre 15 y 19 toneladas.
Aunque hay varias réplicas como Dippy alrededor del mundo, esta fue la primera en realizarse y exhibirse públicamente.
Generando conciencia
Además de exponer nuevamente el enorme esqueleto, la muestra de bienvenida de Dippy da a conocer, mediante un vídeo, los cambios que el medio ambiente británico está sufriendo. «La biodiversidad está amenazada en todo el Reino Unido y esperamos que esta nueva exposición, que refleja lo que vio Dippy mientras estaba de gira, aliente a las personas a entusiasmarse con el mundo natural y, por lo tanto, a trabajar para protegerlo en beneficio de las personas y del planeta», afirmó el director del Museo, Doug Gurr.
El próximo día 24 se llevará a cabo la noche del dinosaurio, durante la cual, renombrados paleontólogos del museo explicarán a los visitantes lo que se necesita para cuidar el icónico esqueleto de 292 huesos.
Lo que no está del todo claro es cuál será la suerte de Dippy una vez culminada la actual exposición de bienvenida. ¿Se quedará en el Museo de Historia Natural o seguirá su gira por el país? Parece que todo está abierto, pues las autoridades del centro londinense han dicho que están dispuestas a recibir ofertas de espacios donde instalar el esqueleto.
El vestíbulo central que durante décadas albergó la réplica del diplodocus es ahora el hogar del esqueleto real de una ballena.